El Atlético Policial se prepara, después de la fecha suspendida, para enfrentar a Altos Hornos Zapla el próximo domingo desde las 17 horas, con el arbitraje del salteño Federico Guaymas Tornero.
Esta semana de Poli se fundió en una tenue calma, y tras la vuelta de Moralejo al cargo de entrenador, todo hacía parecer que lo peor ya había pasado.
Pero en Policial siempre hay algo nuevo. En la semana fue presentado como Preparador físico José “Lalo” Zalazar, quien ya había estado en la fecha pasada cuando al equipo lo dirigió Oscar Navarro.
El martes por la tarde el plantel saludó afectivamente a Abel Moralejo, quien cumplía un nuevo año de vida, y lo festejaba donde quería, con los jugadores de Policial.

La deuda

Todavía no se solucionó la deuda con el plantel; van dos meses de sueldo y un mes de la plata para la alimentación sin acreditar.
Debido a esto algunos jugadores debieron realizar trabajos extras para poder salvar el día. Alrededor de cinco jugadores trabajaron en el buffet de la Liga en el espectáculo que presentó David Bisbal el pasado sábado.

Otra baja

Nahuel Ojeda dejó de ser jugador de Poli. El delantero que había tenido un paso por Platense y había llegado por recomendación del técnico, se fue aparentemente cansado de la situación y porque no le habrían solucionado algunos requisitos que pidió a la dirigencia.
Ojeda es al menos la cuarta baja que sufre el equipo; los anteriores fueron Cárdenas, Lezcano, Iraola y Avalos. Hay otros jugadores que correrían la misma suerte, Gurrieri y Maugeri.
El que también esta cansado de la situación y es pieza clave en el equipo es Wilson Moreno, que ya avisó que si no le solucionan esta semana, el lunes retornaría a su lugar de origen.
Lo mismo pasa con varios jugadores que están esperando que termine esta primera ronda, pero que en diciembre no volverían para jugar el Clausura.
El escenario sigue complicado para un Policial que no soluciona los problemas de bienestar de los jugadores, lo cual hace que hablar de fútbol sea casi imposible.