El año que nació la D

sábado, 14 de agosto de 2010 00:00
sábado, 14 de agosto de 2010 00:00

La Primera D es un escenario poco visitado; es el perfecto espacio del auténtico espíritu amateur.
El presidente del club puede ser, en un sábado de lluvia, quien se encargue de pasarle el secador al vestuario visitante.
El técnico del equipo puede ser el que tenga que llamar en la noche previa a su mediocampista derecho para preguntarle si la nena sigue con fiebre o no, para determinar a su eventual reemplazante.
No son antojadizos los detalles, suceden con más frecuencia que lo que cabe en la imaginación.
Esta historia del menor de los torneos de la AFA cumple en este año seis décadas.
La primera edición se disputó en 1950, con apenas ocho participantes, surgidos de una reestructuración de los torneos.
A la categoría se la llamó Tercera de Ascenso y en ella compitieron en la versión inaugural: Liniers, Brown de Adrogué, Acassuso, Justo José de Urquiza, Flandria, Juventud de Bernal, Deportivo Riestra y Central Argentino.
De todos ellos, ninguno pudo llegar a la máxima categoría. Ni siquiera al Nacional B, que nació en 1986 y que obligó a que la D fuera la quinta división.
Sólo uno desapareció en el ámbito del fútbol (Juventud de Bernal) y otro cambió de nombre (Central Argentino es, desde 1974, Central Ballester).
Los demás recorrieron las últimas tres categorías, con intermitencias.
En la actualidad, tres juegan en la B: Brown, Acassuso y Flandria; dos participan en la C: Liniers y Justo José de Urquiza; y dos están en la D: Riestra y Ballester, curiosamente los dos últimos de 1950.
La primera fecha de 1950 se disputó el 11 de junio, y Liniers arrancó con paso de campeón: goleó 3-0 a Acassuso. Por su parte, Brown venció 4-2 a Urquiza, y hubo dos empates 2-2 en Flandria-Riestra y en Central Argentino-Juventud de Bernal.
Se disputaron catorce fechas y Liniers fue el campeón con apenas un punto de ventaja sobre Brown y Acassuso, los dos escoltas (21 contra 20). Luego, en el cuarto lugar, finalizó Urquiza, el equipo más goleador de la temporada (con 46 tantos).
En el recorrido hubo tres enormes goleadas, y las tres tuvieron como protagonista a Central Argentino, que finalizó la campaña con dos empates y 12 derrotas. Perdió 8-0 de visitante ante Juventud de Bernal; como local, cayó 7-0 frente a Acassuso y 8-1 contra Urquiza.
Carlos Yametti, autor de “El Libro de la D”, lo cuenta en sus anotaciones previas: “Soportó duros golpes el fútbol amateur; pero no murió, ni tampoco morirá”.
En el prólogo de esa misma publicación, Daniel Console describe: “Andá y que te vaya bien; canchas sin túnel y vestuarios con vestigio a casilla, de puertas golpeadas y claraboya que permite el salivazo desencajado; barras bravas, policías bravos y pasillo corto repleto de cascotes, donde podés vencer o morir por una camiseta de la suprema pasión”.
Eso fue es y será la D, ese resquicio amateur, que semana a semana se abraza a sí misma y a todos aquellos que la habitan para seguir siendo una resistencia, como hace sesenta años, cuando nació. (Publicado por Clarín)

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