Liga Catamarqueña

Villa Cubas ganó el clásico con autoridad

Derrotó por 3 a 0 a San Lorenzo de Além.
sábado, 28 de agosto de 2010 00:00
sábado, 28 de agosto de 2010 00:00

El León se quedó con el súper clásico catamarqueño. Batió a San Lorenzo 3 a 0 con goles de Gustavo Luján, Nery Sigampa y Nicolás Luna. En el Santo fue expulsado Mauricio Luján.
El partido se desarrolló con el marco de gente esperado. Hubo más gente de Villa Cubas, que además festejó su aniversario 70 de la mejor manera.
En el primer tiempo comenzaron mejor los de la Alem, tratando de tener la pelota y queriendo sorprender a su rival. Pero Villa tardó ocho minutos en abrir el marcador.Después de una pelota parada que ganó bien el “Vika”, se sacó su marcador de encima y lanzó un tiro cruzado para gritar el primero. Así el León comenzó a manejar la pelota y a ser dueño del partido. El santo intentó inquietar a Fermín González con algunas arremetidas de Rubén Ahumada, de lo mejor para San Lorenzo.
A los 26 de la primera mitad, Rizzardo recuperó una pelota en la mitad de la cancha para el león, abrió para Cejas que le puso una pelota en la cabeza a Néstor Agüero, éste la bajó para la llegada de Nery Sigampa, quien remató al ángulo más lejano de Ubaldo Villafáñez, y así llegó el segundo gol, de una gran factura.
El tercero se dio a los 37, después de que Nico Luna se elevara más que todos y cabeceara como mandan los libros, de pique al suelo. Así termino el primer tiempo, con Villa Cubas superando a su adversario en todas las líneas y con un San Lorenzo desconcertado.
Al arranque del segundo tiempo se hizo expulsar Mauricio Luján. Villa se relajó y el santo, con el ingreso de Ramón Burgos, jugó un poco mejor, pero nunca intimidó a la defensa villacubana.
Los del Altiplano se quedaron con el clásico y demostraron que son el mejor equipo del torneo, por sus jugadores, por su eficacia y porque saben lo que quieren.
San Lorenzo perdió el invicto del torneo, pero todavía le falta mucho. Sintió el cansancio de su partido entre semana y ahora tendrá que mejorar en lo anímico para afrontar todo lo que queda.
La figura del partido fue Nicolás Luna. Por su solidez en defensa, por querer siempre salir jugando y además porque convirtió un gol.
El arbitraje de Juan Rivero fue regular; por momentos el partido se le fue de las manos y le faltó rigurosidad en momentos claves, pero dejó que el encuentro termine.
Fue una fiesta. Los Leones lo disfrutaron, y los de la Alem respondieron alentando al equipo y manteniendo la conducta.
Lo positivo es que el Clásico terminó en paz, sin disturbios y no hubo que lamentar víctimas. Sólo ganó el mejor.

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