Los Hermanos Chávez, Abel, Gabriel y Rodrigo son tres hermanos del norte de la capital que tienen la particularidad de que son jugadores de Defensores del Norte, club donde se criaron y donde los tres se iniciaron como futbolistas.
Abel y Gabriel trabajan en el ramo de la construcción y los dos ya tienen sus familias. Después del trabajo llegan al predio del club para entrenar; Rodrigo todavía esta en la escuela y participa en el sub 15 de la capital.
Abel es el mayor de los hermanos, juega de volante por derecha en la primera division, y es uno de los estandartes de la buena campaña, que están realizando los dirigidos por Hugo Soria en este anual.
Los tres son tímidos, amables y respetuosos, pero confiesan que dentro de la cancha se transforman.
El Esquiú.Com se acercó a las instalaciones del Club Defensores para conversar y que nos cuenten su historia; ahora te invitamos a conocerlos.

Abel

“En Defensores empecé a los 12 años, debuté en primera a los 17, el técnico era Hugo Soria, el debut fue en la cancha de Parque Daza contra Chacarita, empatamos 2 a 2 e hice un gol”, recuerda mientras fija su mirada en la cancha principal del predio.
Luego analiza con seriedad la campaña del verde “Ahora vamos por un buen camino, y la gente quiere que logremos algo”.
Sobre su relación con sus hermanos menores confiesa “jugar con mis hermanos es muy lindo porque nos entendemos más fácil y nos hablamos con otros códigos. En algunas cosas somos iguales, somos muy temperamentales pero solamente dentro de la cancha”.
El mayor de la dinastía, con apenas 22 años, ya participó en dos torneos del Interior; en uno jugó dos partidos con Defensores, y en el último, fue partícipe necesario de la campaña del “Santo” de la Alem. “Con el Torneo del Interior, en San Lorenzo la gente me empezó a conocer un poco más, me pedían que haga lo mismo que en “defe”, querían que me ponga el equipo al hombro y, si bien puse lo mejor de mí, creo que no me salieron las cosas muy bien”.
Los Chávez es una familia muy ligada al club, papá Marcelo es dirigente y mamá Marta siempre está dando una mano. “Mis viejos nos han apoyado siempre; cuando alguno de nosotros juega ellos nos acompañan, y en el Torneo del Interior hasta viajaron para acompañarme”.
El amor por el club es incomparable: “para mí, Defe significa mucho; es un club que lo quiero para mí siempre. Me preguntan si me gustaría irme a otro club y yo siempre digo que no, que me gusta quedarme acá”. “Siempre digo que mi sueño es jugar un Torneo del Interior con Defensores del Norte, no importa si llegamos siendo campeones o clasificando en el petit”.
Abel también reconoció que Villa Cubas es uno de los candidatos a quedarse con el campeonato: “creemos que Villa Cubas tiene un gran equipo, pero nosotros lo vamos a vencer”. Y tampoco tuvo reparos en reconocer a Gonzalo Gómez : “hoy por hoy es el mejor jugador del medio, por su despliegue y juego en la mitad de la cancha”
El jugador calificó a sus hermanos: “para mí, Rodrigo es el que más sobresale de los tres, tiene más técnica y todavía es muy chico; tiene todo para ser un gran jugador. Y Gabriel está entre los mejores tres arqueros de la Capital”. “Hace poco tuvo un percance, donde se desmayó en medio de un partido. La situación nos asustó mucho, pero ya se está recuperado y nosotros estamos más tranquilos. Recuerdo que en el entretiempo de ese partido, Hugo nos trató de tranquilizar porque estábamos todos preocupados y nos había afectado ese desmayo”.
Concluyó: “siempre nos informamos mucho; en la obra lo primero que hacemos es comprar el Esquiu.com para saber todo lo que pasa”.

Gabriel

Gabriel es un poco más extrovertido que sus hermanos. Es arquero y recuerda: “yo empecé siendo suplente de Félix Aldao, mi primer partido fue contra Policial donde ganamos 2 a 1”. “El arquero que más me gusta en la actualidad es Cristian Luchetti y, a nivel local, Fermín González”. “A mí me ayudaron mucho Omar Orellana, que me hizo debutar en primera, y Félix Aldao”.
Gabi sabe de sus limitaciones: “elegí ser arquero porque jugando no me salía y la verdad que me gusta mucho jugar de arquero, pero mi problema es que soy petizo entonces tengo que tratar de no jugar adelantado y estar bien ubicado; me cuestan los centros, pero creo que mi especialidad son los penales”.
Destaca que “con los amigos del barrio uno se divierte mucho; eso sí, se pega más. Hay buenos jugadores en el potrero pero no entrenan, a nosotros por suerte nos gusta entrenar”.
Con respecto a Abel, “siempre le pido que baje a ayudar más en la marca y que no se enoje tanto”. “A Rodrigo le digo que termine de estudiar y que tenga paciencia que ya le va a llegar su turno”
Gabriel reconoce estar preocupado por su salud: “ese día me asusté mucho, yo no quería salir, pero no podía seguir jugando así”. “Los estudios me salieron bien, me atendió el doctor Jorge Salas y todo salió bien: tengo presión alta. Voy a poder seguir jugando, me hicieron unos estudios y pasé todas las pruebas”.
Después opinó que “en Catamarca no se puede vivir del fútbol, los clubes te ayudan pero no alcanza”.

Rodrigo

Rodrigo es clase ‘96 y es carrilero. Tuvo una prueba en Boca Juniors donde le fue bien, pero como muchos chicos, no tenía el sustento económico para quedarse en Buenos Aires. Si bien es tímido, a la hora de hablar de fútbol es atrevido: “yo creo que soy el mejor jugador de los tres, soy volante por izquierda, y soy zurdo y me gusta divertirme cuando juego a la pelota. En las inferiores, la competencia es muy fuerte, y yo desde el lunes ya estoy esperando que sea el fin de semana para jugar los partidos”.
Sobre su participación en el seleccionado de Vélez: “para mí es un orgullo muy grande jugar en el sub 15. Disfruto de los viajes y de compartir con mis amigos. Mi sueño es llegar a la primera y jugar con mis hermanos; ya estoy entrenando con ellos, pero todavía me dicen que me falta un poquito, por eso tengo que seguir entrenando y ya voy a tener mi oportunidad”.