Un grupo del equipo de hockey de la Universidad Nacional de Catamarca, integrado por profesores, padres y jugadoras de las categorías infantiles y juveniles presenció, palpitó y vivió una experiencia única: estuvieron en la ciudad de Rosario presenciando el “Mundial de Hockey Femenino”, donde el seleccionado nacional “Las Leonas” se consagró por segunda vez campeonas del Mundo.

La previa

Para éste grupo, fue una gran experiencia desde la entrada a la ciudad empapelada con gigantografías de sus ídolas, el estadio imponente, la organización impecable, y ya adentro del estadio teñido de celeste y blanco, con la presencia del equipo fantástico, a sólo a metros de distancia, las 18 mejores del mundo. ”Ellas humildes con una entrega incondicional hacia la hinchada, nosotros con nuestro corazón que estallaba de alegría y emoción hasta las lágrimas contagiadas de Lucha (Aymar) y Belén (Succi) que lloraron desde que entraron al estadio gritando “Argentina, Argentina, Argentina………..”, grabamos en nuestras retinas cada momento vivido, algo Inolvidable……Único….fue Único. Los bocinazos que se oían ya desde las dos de la tarde eran un preludio de la fiesta que se viviría más tarde en el estadio. Todo era diferente el último día del Mundial de Hockey”
Ya en el partido por el bronce (Inglaterra-Alemania), las inglesas fueron recibidas una vez más con grandes aplausos, y mayor apoyo recibieron cuando dieron la vuelta luego de haber obtenido el bronce; aplausos y más aplausos de los argentinos hacia Inglaterra, dejando de lado cualquier diferencia.

La gran final

Desde las tribunas, se veía como arribaba el micro con las luchadoras, fieras, simplemente “Leonas”, con todos los nervios entendibles antes de una final del mundo pero también con la sensación que sintieron ellas al entrar y estar ante 12.000 personas que nunca habían vivido una situación así y que, gracias a Dios, esa presión no les jugó en contra.
Y allí, antes de la entrada en calor, lágrimas y más lágrimas, sólo aliento y optimismo. Segundos antes de comenzar el partido, charlas alentadoras, abrazos, más abrazos de esperanza, de estar cerca de tocar el cielo; y así fueron los mejores 70 minutos de sus vidas y de las nuestras que no podíamos creer estar viviendo lo mejor de lo mejor del mundo, del deporte que tanto amamos: el Hockey.
Tratábamos de liberar los nervios con cantos, gritos y el Ooooooooohhhhh! del Himno que nos emocionó a todos…..
Y comenzó el partido ¡Qué fiesta!
¡Cuánta entrega, cuánta garra, cuánto corazón!
A los 6 minutos, ganábamos 2 a 0, inexplicable y alucinante con esos dos goles traídos desde el vestuario; el partido se le hizo fácil a Argentina.
Las holandesas no encontraban explicación y no lograron imponer su jugo, si bien de a poco fueron creciendo en el partido, dominando la bocha nunca pudieron con la defensa de las chicas.
En un momento, eran 11 las que defendían pero con una labor espectacular de las defensoras; y qué decir de la arquera Belén Succi, protagonista total en algunos momentos.
El gol de las holandesas quedará en el recuerdo, pero los dos goles de Carlita Rebecchi y el de Noel Barrionuevo -que es una máquina de convertir- quedarán en la historia.
Y al final el 10, 9, 8, 7,………..y el dale campeón, dale campeón, dale campeón…….y no parar de festejar en el estadio y al salir hasta el Monumento a la Bandera. Lo vivido por las chicas de UNCA, jugadoras catamarqueñas, es algo único, inolvidable.

Patricia Dorigatti
Profesora de Hockey
de la UNCA