“Jorge González (nacido el 31 de enero de 1966 en Formosa, Argentina - fallecido el 24 de septiembre de 2010 en General José de San Martín, Chaco, Argentina) fue un jugador de baloncesto y un luchador profesional que compitió en la World Championship Wrestling desde 1989 hasta 1993, y en la World Wrestling Federation en 1993, siendo conocido como El Gigante y Giant González en cada federación respectivamente”. Así de frío, lo anuncian los sitios de Internet.
Para Catamarca en general, para los basquetbolistas catamarqueños en particular, Jorge González es mucho más que eso; los memoriosos deben recordar que en la década del ‘80, un visionario del básquetbol y un ejemplo de dirigente en el país, como Omar Horacio Leloutre, supo organizar, siendo presidente de la Federación Catamarqueña de la especialidad, Campeonatos Argentinos, en diferentes categorías. En 1983, se llevó a cabo en el Estadio Polideportivo y en cancha de Red Star BBC, el Nacional de Juveniles.
Ya por entonces, brillaban con luz propia las figuras de varios “chiquilines” que hicieron historia en nuetsro baloncesto, Pablo Germán Wenderbourg, Rodolfo Morandini, Daniel Montenegro, los hermanos Alfredo y Eduardo Brizuela del Moral, Mario Aragón, Brizuela, Ramón Nieva, Roberto Villarroel (h), entre otros. Ese equipo de Juveniles era conducido por Roberto Villarroel y en la ronda clasificatoria, jugaron en la zona junto con Chaco; en ese equipo chaqueño vino Jorge González, y ya por entonces llamaba la atención por su altura y su peso.

Fue el primer campeonato argentino de básquetbol que jugó el “Gigante”, que representaba a Chaco, porque Formosa no podía participar.
Decir después que el básquetbol tuvo de la mano de Omar Leloutre una “Época de Oro” sería entrar en redundancia, que Pablo Wenderbourg fue sin dudas lo más relevante a nivel nacional también, y que falta escribir mucho de la gran historia de nuestro básquetbol no caben dudas. (Ojalá el periodista Leopoldo Nicolás Romero “Leo”, pueda hacer realidad su sueño de escribir la historia completa de nuestro básquetbol, para que los nostalgiosos nos regocigemos y para que los neófitos, puedan conocer la gran epopeya que vivimos).
Ramón Iramaín