Cuando todo era festejo y los hinchas millonarios celebraban la victoria, River Plate se durmió y Quilmes le empató el partido en tiempo de descuento.
Finalmente, en el duelo que cerró la jornada dominguera, igualaron 1 a 1 en el estadio Monumental. Pavone puso en ventaja al local y Caneo anotó el empate sobre el final.
River presentó un 4-3-1-2, con Josepmir Ballón sobre la derecha, colaborando en la recuperación con Matías Almeyda, el enganche Erick Lamela sobre la izquierda y dos centrodelanteros, Mariano Pavone y Rogelio Funes Mori.
Quilmes dispuso un 4-4-1-1, con el central Fabricio Fontanini como lateral derecho, el delantero Diego Torres como mediocampista por la derecha y el enlace Santiago Raymonda como mediapunta.
River no brilló en ningún momento, pero ganaba el juego con autoridad, ante un Quilmes muy endeble en defensa e inofensivo en ataque, que no por casualidad todavía no consiguió ganar desde su regreso a Primera División.
Pero en fútbol nunca está dicha la última palabra, y cualquiera sea el trámite del juego el más débil puede sorprender al más fuerte.
River no liquidó el pleito y lo pagó muy caro, porque el equipo sigue sin despegar y sus hinchas están obligados a seguir mirando la tabla de los promedios, cuando desearían pensar en el título, como lo manda la historia de la banda roja.