El entrenador de Racing, Miguel Ángel Russo, debe armar un nuevo rompecabezas en la formación del club de Avellaneda, para el compromiso de la sexta fecha ante Estudiantes, que en la jornada de ayer cambió de horario porque ahora se jugará el sábado, a las 18.30, en la cancha de Quilmes.
Después de un comienzo exitoso en el torneo Apertura, ante All Boys y Boca, Racing acumula ahora tres derrotas consecutivas, por sus caídas ante San Lorenzo, Olimpo y Colón de Santa Fe.
Además, Racing no perdía tres encuentros seguidos desde el arranque del torneo anterior (de la segunda a la cuarta fecha) cuando esa situación desató que la dirigencia del club de Avellaneda despidiera a Claudio Vivas.
Entonces, por la situación adversa en lo futbolístico, Racing no puede permitirse una nueva derrota en su compromiso del sábado, frente a Estudiantes, en cancha de Quilmes.
Para ese encuentro, Russo podrá recuperar a dos referentes del equipo, porque Patricio Toranzo y Matías Cahais cumplieron una fecha de suspensión por sus expulsiones frente a Olimpo, en Bahía Blanca.
En cambio, hay dudas en relación con los regresos de Marcos Cáceres y Giovanni Moreno, quien es recién estarán el jueves en Buenos Aires, tras la participación que están teniendo con sus selecciones nacionales en el exterior.
Además, el paraguayo Roberto Fernández recibiría el alta para volver a ser tenido en cuenta por Russo, pero el técnico ratificaría a Jorge De Olivera en el arco de la entidad de Avellaneda.
Con este panorama, el plantel de Racing trabajó esta mañana en Avellaneda, donde quedó al desnudo el mal momento anímico que arrastran los jugadores por los últimos resultados.