Policial

Rivera abandonó el barco

miércoles, 19 de enero de 2011 00:00
miércoles, 19 de enero de 2011 00:00

Finalmente Fernando Rivera se fue de Policial, al menos así se lo hizo saber a El Esquiú un integrante de la Comisión Directiva que pidió reservas. Es que lo que ya se sabía con anticipación, debía ser corroborado por una reunión de Comisión Directiva, que se concretó el martes por la noche y en la oportunidad se recibió la misiva firmada por el arquitecto, quien expresaba de puño y letra su decisión de dejar la presidencia del club.
Los miembros presentes no tuvieron inconvenientes en aceptar la misma, por lo que Rivera dejó de ser el titular de la entidad de La Tablada y ahora el timón lo llevará el empresario del transporte automotor de pasajeros, Oscar Chanquía, que ayer estuvo todo el día con el celular apagado.

 

Crónica de un final anunciado
Lo de Fernando Rivera no se recordará por un paso feliz al frente del Atlético Policial; es más, el mismo informante de nuestro medio señaló que lo de Rivera fue “con más pena que gloria” dado que el temperamental arquitecto se peleó con todo el mundo durante su periodo presidencial.
Primero empezó insultando a la prensa deportiva de la provincia; luego se peleó con las autoridades provinciales y mantuvo un largo y mediático enfrentamiento con la Secretaria de Estado de Deportes y Recreación, Juana Fernández, con quien incluso llegó a cruzarse cartas documento con denuncias.
En ocasionales entrevistas con la prensa, Rivera manifestó que ser presidente de un club (Policial) no es lo mismo que dirigir una Liga (Catamarqueña de Fútbol), donde él fuera presidente.
Rivera jugó la heroica al asumir en Policial y pretendió que el Estado Provincial subsidie la deuda que él contrajo contratando un técnico y dos planteles completos de jugadores foráneos, elegidos por él y Abel Moralejo, con un presupuesto mayor a los 250.000 pesos mensuales.
La Secretaría de Estado de Deportes comprometió apenas un aporte mensual de 70.000, varios miles de pesos más que los 48.000 que otorgaba al club en el torneo anterior.
Rivera también manifestó que llegarían aportes de sponsors que nunca aparecieron y que nunca se supo si las gestiones se realizaron o no, y al final los costos eran paliados en parte por el mismo Rivera, por Oscar Chanquía y otros integrantes de la Comisión Directiva, empresarios la mayoría de ellos.
Graves problemas para abonar lo sueldos a los jugadores, muchos inconvenientes para abonar los lugares donde pernoctaban y los alimentos diarios de los mismos, hicieron mella en el presidente que le había dicho a El Esquiú en una de sus primeras apariciones públicas como presidente, que si “no llevo a Policial al Argentino A, habré fracasado como dirigente, al igual que fracasé como político”.
Los jugadores nunca aparecieron en su real dimensión, debido a los inconvenientes en los cobros donde inclusive realizaron paros, sin presentarse en las prácticas. También fue bochornoso el hecho de poner un técnico-periodista (Oscar Navarro) al frente del plantel, para que lo dirija un solo partido y al siguiente siguió dirigiendo el técnico que estaba anteriormente (Moralejo), sólo para recordar lo que fue el “Mundo Policial” en los últimos meses de 2010.
Ahora comienza la era “Pos-Rivera” y habrá que ver si Chanquía tiene la “muñeca” para manejar el timón del barco sin rumbo que es hasta hoy el Atlético Policial o si, por el contrario, serán nuevamente los viejos dirigentes, aquellos a los que en los torneos anteriores se los cuestionó desde todos los sectores, los que deberán hacer llegar al “xeneize” a buen puerto.

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