Falcioni, con el manual de Carlos Bianchi

domingo, 23 de enero de 2011 00:00
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Mar del Plata, 23 de enero (Télam, por José Luis Ponsico).- A esta altura no caben dudas de que Vélez Sarsfield, desde la segunda vuelta de Carlos Bianchi, en 1993, se convirtió en una "escuela de técnicos".
Boca ganó el primer superclásico de verano en el estadio José María Minella de Mar del Plata, cubierto por casi 40 mil personas.
Al ciclo de la "V" ganando todo con Bianchi (199397) siguieron Osvaldo Piazza, Julio Falcioni, Carlos Ischia (también Miguel Russo, perteneciente a la "escuela de Estudiantes") y fueron apareciendo Ricardo Gareca y Omar Asad, como técnicos exitosos. Todos ganaron algo y siguen en carrera.
Anoche, Boca (parado "a lo Bianchi" con 4-4-2) definió ante River en la primera media hora. El DT Falcioni exhibió formato de equipo muy parecido al ciclo suyo en Bánfield y naturalmente al del "Virrey" que hace un año estaba contratado como manager hasta 2012
A los 32 minutos, Boca ya había definido el partido. Una defensa compacta, todos muy cerquita -a diferencia de lo que vivieron en el período de Claudio Borghi- con la asistencia de una línea de volantes, disciplinada y eficaz. Los debutantes Leandro Somoza y Diego Rivero se acoplaron rápido.
River, por su parte, no hacía pie. Lejos Matías Almeyda de sus buenos partidos en el semestre pasado. Mal parado atrás, casi lo opuesto a su rival de siempre.
En el primer gol, Pablo Mouche "esperó" a Christian Chávez, ante la pasividad del paraguayo Adalberto Román, como lateral, en un puesto que no siente.
Centro fuerte, errores de cálculos de los centrales riverplatense (lo mismo ocurrió ante Racing, con otros intépretes), pausa de Martín Palermo, parecida a aquella que hizo en La Bombonera, mayo del 2000, cuando volvió de la lesión y que terminó en gol, cesión al pibe Nicolás Colazo. Zurdazo y 1 a 0. Todo River mirando.
Un apunte sobre Colazo: interesante jugador de equipo que a fines 2009 mereció un elogio de Alfio Basile, preguntando sobre el pibe de la Tercera, en ese momento. "Tiene los movimientos de Jesús Dátolo y llega bien arriba", dijo "Coco". También inmerso en la crisis vivida por el universo `xeneize` hace un año.
River en el segundo tiempo se adelantó en el campo -a Boca le convenía esperar- y hubo destellos del zurdo Erik Lamela y algunos intentos en base a mucha habilidad del bisoño Manuel Lanzini. Un "pichón" de Pablo Aimar por lo rápido en la gambeta y la guapeza para encarar a defensores duros y golpeadores.
Tácticas al margen y rendimientos de futbolistas con altibajos propios de torneos difíciles, Boca y River jugaron un partido donde el saldo también dejó otro protagonista destacado.
El arquero Javier García tuvo dos o tres intervenciones de un experimentado y demostró porque quiere quedarse con el puesto de titular. (Télam).-

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