Copa Mar del Plata

Boca se ilusiona con su rendimiento

El equipo de Falcioni mostró su mejor cara y sigue imparable en el verano. Le gano a San Lorenzo 3 a 0 con goles de Rivero, Colazo y Mouche.
domingo, 30 de enero de 2011 00:00
domingo, 30 de enero de 2011 00:00

Boca dio el sábado por la noche otro paso importante para seguir construyendo un verano soñado. Y lo principal no es que terminó campeón de la Copa de Oro, ni siquiera que ganó los tres amistosos estivales sin recibir un solo gol. Todo eso vale, pero lo más importante es que este Boca versión Falcioni crece partido a partido, juega cada vez mejor.
En dos semanas, primero le ganó a Independiente; después dominó a River con claridad y le bastó el primer tiempo para quedarse con el Superclásico. Y el sábado subió un escalón más, al superar a San Lorenzo incluso con más holgura que la que marca el 3-0 final, y con algunos momentos de fútbol brillante.
Hay que tener en cuenta que ayer faltaron entre los titulares las figuras de la vieja guardia, Palermo (entró en el complemento), Riquelme y Battaglia. Y todavía no jugó Walter Erviti, el nuevo refuerzo de lujo que se sumará al plantel. Por eso, aunque falten dos semanas para que empiece el Clausura, aunque todavía quede otro choque con River en Mendoza, este Boca ya genera ilusión en su gente. Porque va de menor a mayor, y da la sensación de que todavía está lejos de alcanzar su techo.
La clave de la superioridad de Boca sobre San Lorenzo se construyó a partir del control de la mitad de la cancha. Porque allí Reynoso y Alvarado perdieron permanentemente ante Somoza y Rivero (por algo Ramón Díaz pide un volante central como refuerzo, una necesidad que se acentúa por el conflicto salarial que hace que Juan Manuel Torres no se esté entrenando con el plantel). Aunque el ex Vélez estuvo más impreciso que otras noches, de todos modos aportó su capacidad de recuperación. Y Rivero fue el hombre clave para destrabar el partido con un gol y luego dar la tranquilidad del 2-0 con una asistencia magistral para Colazo.
Pero además, Boca fue mucho más que eso, porque demostró que con un esquema 4-4-2 se puede plantear un ataque muy ágil y agresivo. Chávez por la derecha, Colazo por la izquierda, fueron dos flechas que cada vez que se lanzaban en velocidad lastimaban al fondo de San Lorenzo.

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