Es cierto que todo regreso después de tanto tiempo de inactividad requiere tiempo para que distintos factores puedan volver a estar en su mejor sintonía. Es por eso que las dos segundas ruedas que hizo Juan Martín del Potro en lo que va del año, en Sydney y en el Abierto de Australia, no son para nada una mala señal para el tandilense. Por el contrario, en ambos torneos se lo pudo ver con la misma intensidad que siempre le imprimió a su tenis, y con la misma confianza con la que llegó al número 5 del mundo. Pero la lógica falta de timming y aceleración, y la necesidad de volver a pulir algunos golpes no le permitieron a Delpo acceder más allá de la segunda instancia. En planos generales, el balance fue positivo. Tras un par de días de arduos entrenamientos, aunque sin competencia de por medio, el tandilense se presentó en su debut del ATP 250 de la ciudad norteamericana con una gran victoria sobre el ruso Gabashvili por 6-3 y 6-2.
Claro está que la calidad del rival no fue lo que hizo grande a este triunfo, sino la efectividad que tuvo Juan Martín en todo momento para cerrar los puntos más importantes, y la gran contundencia que le permitió sentirse cómodo durante todo el partido y no sufrir sobresaltos.
En segunda rueda lo espera el eslovaco Lukas Lacko, quien sorprendió al local y tercer cabeza de serie Sam Querrey, al vencerlo por 7-6 (6-1) y 6-3.
Por otro lado, quien también tuvo un debut feliz fue el zurdo argentino Brian Dabul, quien se llevó un buen triunfo ante el colombiano Alejandro Falla por 6-4 y 6-3.