Colón y Huracán prolongaron hasta hoy sus necesidades: la lluvia que cayó ayer en Santa Fe, más la tormenta eléctrica que aconteció, obligó al árbitro Pablo Díaz a suspender el partido hasta hoy a las 20.10. Los locales estuvieron de acuerdo con la medida, pero no así la visita.

Poco más de 40 mílimetros, durante toda la tarde, bastaron para suspender el encuentro y reprogramarlo para hoy. Ya en la siesta santafesina, en la cancha auxiliar del club Colón, apenas iban 15 minutos de la Reserva, cuando el árbitro Juan Pablo Pastor lo suspendió por la gran cantidad de agua y la caída de unos rayos. Lógicamente, la tragedia del masajista de Racing, César Nardi, pesó en los protagonistas para suspender el encuentro.

A pesar que el Cementerio de los Elefantes cuenta con dos pararrayos, ninguno funciona: uno fue desconectado por las obras que se realizan de cara a la Copa América, y el otro, que está en los alrededores, no tiene el alcance suficiente para cubrir todo el estadio.

“Se suspendió para resguardar la integridad física de los jugadores y espectadores. La cancha estaba inundada, no se podía jugar y la salud de los jugadores y espectadores corría peligro por los rayos que cayeron durante toda la tarde”, explicó el presidente de Colón, Germán Lerche. Por su parte, Roberto Pompei, si bien estuvo de acuerdo con la suspensión, no le cayó nada bien la reprogramación inmediata para hoy. “Ni siquiera me gusta el horario, prefería el martes, pero ya está ...”, se quejó.

Será entonces esta noche, cuando Colón y Huracán midan fuerzas propias, sin condimentos ajenos que entorpezcan el juego, aunque los antecedentes inmediatos de uno y otro equipo dejen mucho que desear.