Nos paramos con José y su cámara en un punto de Peatonal Rivadavia, cerca de Chacabuco para ser más precisos. Era cuestión de esperar un poquito, un rato nada más. No podían tardar mucho. El primer hincha en aparecer gallardo vistiendo los colores que ama tenía una casaca roja y blanca a bastones. Era de Villa Cubas. Luego apareció otro con una camiseta parecida, pero más nueva, de la campaña actual.
El segundo representante pasó de la mano con quien, se presume, debe ser su novia (que estaba bastante bien, dicho sea de paso). Lucía la camiseta del “Matador” por afuera del pantalón, con bermudas y zapatillas de lona que hacían juego con la tela del modelo azul de la camiseta del Atlético Policial.
Hubo que esperar más de lo pensado para que apareciera un simpatizante de San Lorenzo. A los veintidós minutos de guardia el fotógrafo lo pudo divisar, con una camiseta que por antigua parecía más una reliquia que otra cosa: algo era seguro, y es que ese “Ocotero” lo era desde la cuna.
Uno se para en la Rivadavia, por nombrar una calle central de las de nuestra Catamarca, y el desfile de hinchas de “Poli”, “Villa” y el “Santo” empieza. Uno se va y éste continúa.
Así como en Salta te marean las camisetas caminantes de Antoniana, Gimnasia y Central Norte; en Tucumán las del “Santo” o el “Deca” y en Santiago las de Mitre, Güemes y Central Córdoba, en cualquier punto donde uno se pare, en Catamarca la Polarización dice que San Lorenzo, Villa Cubas y Policial de a poco se están adueñando de la provincia. Es el efecto del Argentino B, del bombardeo informativo de los medios y también de la atención que uno brinda.
A fuerza de sinceridad, se está creando un tercer “escalón pasional”. Dentro de poco, si todo sigue así, será común escuchar que un chico responda a la simple pregunta “de quién sos hincha”, “de River, Policial y de La Tercena…”. “De Defensores del Norte, Villa Cubas y Boca”. “Soy de San Lorenzo de Alem, San Lorenzo de Almagro y Salta Central”.
La Polarización empezó y será difícil detenerla. Quedará para cada uno entenderla como buena o mala.

Razones

El factor comunicacional tiene mucho que ver. ¿Se han preguntado por qué a tanta distancia todos somos hinchas de River, Boca, San Lorenzo, Independiente o Vélez? Porque los medios nos llenaron de sus proezas, nos transmitieron sus pasiones, victorias y derrotas.
Con los equipos del Argentino B hoy pasa lo mismo. Se crea un tercer escalón en la pasión.
La gente tiene mucho que ver. Estamos en presencia de quienes se consolidan como los clubes con más cantidad de hinchas. Y no todos lo son desde siempre, muchos son nuevos, o “flamantes” mejor dicho. Todo eso suma, aporta a la simpatía.
El desarrollo que deberían tener como instituciones es otro agente. Por empezar la Secretaría de Deportes les brinda 100 mil pesos mensuales a cada uno por todo el año. Mucho o poco para las responsabilidades que tienen que afrontar, es indiscutible que esa cantidad es mucho más que la que reciben las otras instituciones.
Deberían marcarse de acá a unos años distancias cada vez más importantes entre los clubes del Argentino B y el resto. Debería, por lo menos.
El crecimiento institucional tiene que ser proporcional al pasional. Es una obligación de estos clubes.
En un tercer ítem, se tiene que marcar a la representación e identificación. Sobre todo esto último.
Cuanto más jugadores locales hay, más gente va a verlos. El que mejor entendió eso (y vaya que le costó tiempo comprenderlo) fue “Poli”. Los de Social Rojas siguen a Luisito Seco, alguno de Ateneo lo va a ver a Darío Olmos, y de La Tercena y San Isidro se llegan para esperar que el DT les de minutos al “Zorrito” Bustamante y a “Ojito” Salcedo.
La simpatía se genera así, con la representación y la identificación.
Los de Independiente siguen a Raúl Cisterna, los de San Martín a “Luchino” y a Aguilera cuando estaban, los chumbichanos a Carlos Tapia y Leonel Carrión.
La atención de a poco se acapara en este nivel, en este nuevo escalón de pasión que es generado por la Polarización del Argentino B, que tiene en el centro a Policial, Villa Cubas y San Lorenzo.

Desde la Cuna

En la recorrida iniciada con el reportero gráfico José Maijá, el primero en aparecer metros adentro de la intersección Rivadavia y San Martín fue Marcelo.
Es del barrio San Antonio Sur, e hincha de Villa Cubas desde chiquito.
“Mi viejo me hizo de Villa, soy del barrio, voy de chico a la cancha”, contó Marcelo, que lucía la casaca de la temporada anterior con el número nueve impreso en la espalda.
Marcelo dejó también su oponión: “Quiero que vuelva el técnico (por Daniel Hernández). Hizo un buen equipo y anduvimos bien”.

Ocotero Puro

Metros más adelante, en el puesto de las jarras, encontramos a Miguel.
“Mi hermano jugaba, mi viejo es el que lleva el bombo siempre, ¿cómo no voy a ser hincha se San Lorenzo de Alem, si es el más grande?

Salud por mi equipo

Jarras de River, Boca, Vélez, Independiente, Racing... y de Policial, Villa Cubas y San Lorenzo.
El puesto está pasando Chacabuco por la peatonal.
“La que más sale es la de San Lorenzo”, contó el dueño y fabricante.
“Son botellones de Viñas de Balbo, espectaculares para tomar lo que sea”, explicó por último el vendedor ambulante.