Hace 80 años, un 13 de marzo de 1932, debutaba en la primera división de River Plate Bernabé Ferreyra, el célebre delantero nacido en la ciudad santafesina de Rufino que derrumbaba arqueros con su temible remate.

River ganó ese partido ante Chacarita Juniors, por 3 a 1, y dos de los tantos los convirtió Ferreyra, su nueva figura, adquirida a Tigre en 35.000 pesos, toda una fortuna para la época.

La actuación de Ferreyra en su debut fue tan descollante que el diario Crítica, que alguna vez llegó a editar 300 mil ejemplares en su edición vespertina, lo bautizó "La Fiera".

"Derribaba arqueros"

La aseveración de que "La Fiera" derribaba a guardavallas con su potente disparo no es antojadiza, ya que ese diario prometió un premio especial para aquel que le atajara un penal al recordado atacante.

La distinción la ganó el arquero Cándido De Nicola, de Huracán, que jugaba en un recordado equipo donde estaban, entre otros, Herminio Masantonio, José Cordero, Alfredo Carricaberry y Jorge Alberti.

Otro arquero que pudo detener un penal a "La Fiera" fue Fernando `Tarzán` Bello, de Independiente, pero sufrió la fractura de una de las muñecas, y en Perú, un guardavallas que recibió el fuerte tiro de Bernabé en el pecho debió ser internado en un hospital.

En la época del `30 la pelota era de cuero de tiento y a Bernabé le gustaba cuando estaba mojada y pesaba más, haciendo de su remate un proyectil difícil de detener por su velocidad y potencia.

Los inicios

Ferreyra había nacido el 12 de febrero de 1909 en Rufino, donde a los 15 años ya jugaba en la primera del club Jorge Newbery, junto a sus hermanos mayores.

En 1927 un descubridor de talentos, Alberto Monge, lo vio jugar y lo llevó al club Tigre, donde fue fichado y en su debut marcó cuatro goles.

Para 1930 el club de Victoria lo prestó en forma gratuita a Huracán para una gira y Ferreyra, en ocho partidos, convirtió once goles. Luego fue también a préstamo a Vélez Sarsfield, que hacía una gira por Chile, Perú, Cuba, México y los Estados Unidos con un equipo de 10 jugadores propios y 7 prestados.

River y campeonato

Ferreyra pasó a River en 1932, año en que el `millonario` se consagró campeón, y en su primera temporada marcó 19 goles en 12 fechas.

La fama

Su fama fue de tal magnitud que en una oportunidad el entonces presidente Agustín P. Justo (1932-1938), aquel que gobernó durante la denominada "Década Infame", caracterizada por el fraude político, le dijo a Bernabé "los diarios habla más de usted que de mí".

El cine

También trabajó en el cine, filmando en 1937 la película "El cañonero de Giles", junto a Luis Sandrini. En 1940, ya retirado del fútbol profesional, participó de "El susto que Pérez se llevó", junto a Augusto Codecá y Fanny Navarro y en 1941 actuó en "Hay que casar a Ernesto", dirigida por Orestes Caviglia con la participación de Tito Lusiardo y Niní Gambier.

Además, mencionan al célebre delantero los tangos "La Fiera" y el célebre "El sueño del pibe".

El final

El célebre delantero jugó con la banda roja hasta 1939, año en que debió retirarse debido a las múltiples lesiones, desgarros y problemas en sus articulaciones.

Sus problemas en las piernas fueron de tal magnitud que quienes lo recuerdan señalan que en su vejez le costaba hasta subir al cordón de la vereda.

Bernabé Ferreyra falleció el 22 de mayo de 1972. En su carrera jugó 206 partidos y marcó 197 tantos.

 

Bernabé y el Tango

"La Fiera"

El tango La fiera está dedicado a Bernabé Ferreyra y su estrofa inicial dice:

"En el foot-ball nacional/ se destaca un jugador/ de lo más fenomenal/ por ser un gran goleador".

"El Sueño del Pibe"

En el tango El sueño del pibe (1943) dice el muchacho que está citado para hacer una prueba en el club y sueña con emular a grandes jugadores:

"dicen los muchachos/ del oeste Argentino/ que tengo más tiro/ que el gran Bernabé."

Troilo 

El músico de tango Aníbal Troilo, fanático de River, se hizo amigo entrañable de Bernabé Ferreyra, luego de que La Fiera llegara al club. Hay una frase que sintetiza todo el fervor de Troilo: "Nunca va a haber un ídolo como Bernabé. Puede que haya habido mejores jugadores, pero ídolos como él no habrá. ¡Mataba! ¡Asesinaba! Fue único. Es indiscutible, así como hubo un solo Leguizamo, un solo Gardel, un solo Fangio y un solo Bernabé. ¿Sabés lo que representa Bernabé para el pueblo? Gente que nunca había pisado una cancha iba solamente a verlo a él. En un momento en el que el fútbol estaba bastante bajo, lo levantó él solo".