Con realidades diferentes, pero peleando por lo mismo: permanecer en Primera División. Así se encontraron Tigre y Gimnasia en Victoria. Y más allá de sus presiones, protagonizaron un partido repleto de emociones, entretenido y bien jugado por momentos. También es cierto que el equipo platense debió soportar gran parte del partido con 10 jugadores, por la expulsión de Osvaldo Barsottini, cuando se terminaba la primera parte.

En el inicio, Gimnasia se mostró más ambicioso y cuando no había transcurrido ni un minuto de juego, Iván Borghello tuvo la primera situación clara para marcar. De cabeza, en el área chica, no pudo con los excelentes reflejos de Javier García. A los 10, el arquero volvió a ganarle al exdelantero de Newell's en un mano a mano. Un minuto después, Ignacio Fideleff le cometió un grosero penal a Ignacio Fernández y Giannini no dudó. Lucas Licht, con tranquilidad, ejecutó y puso al visitante 1 a 0 arriba. El empate de Matías Pérez García, con un maravilloso tiro libre, cambió las cosas. Porque ahí el Matador tomó confianza y se hizo cargo del trámite. En la media hora lo tuvo Diego Castaño, pero su cabezazo dio en el poste. A los 45, cuando casi caminaban a vestuarios, Barsottini se fue expulsado.

Agresivo, intentando aprovechar la superioridad numérica, salió Tigre a buscar el partido en la segunda parte. Llegó con peligro, y llegó mucho. Así convirtió a Fernando Monetti, el arquero del Lobo, en la gran figura del partido. Es que el Mono tuvo una tremenda doble tapada contra Castaño y Leone, una enorme volada tras otro tiro libre de Pérez García, entre otras tantas. Del otro lado, un par de disparos de Mussis exigieron a Javier García.

Así, el tiempo se le fue entre los dedos a Tigre, que se fue masticando bronca por no poder sumar de a tres ante un rival disminuido. Sin dudas, Monetti tuvo mucha relación con eso. Gimnasia fue ambicioso, pero la expulsión de Barsottini lo obligó a mirar el punto con buenos ojos.

TN.