Llegó el momento del año en que se enfrentan los mejores equipos de América. Arranca la etapa de grupos de la Copa Libertadores, que tendrá a cinco conjuntos argentinos (Boca, Vélez, Arsenal, Newell's y Tigre) en busca de la gloria que al fútbol argentino se le niega desde 2009, cuando se consagró Estudiantes. Será el segundo contingente más amplio, sólo superado por Brasil, que sumará seis equipos: los cinco habituales más el campeón defensor, Corinthians.

La edición 54a de la llamada Champions League sudamericana tendrá como denominador común las millonarias inversiones de los equipos más convocantes. Como si las montañas de dólares destinadas a reforzar los planteles fueran garantía de éxito. Dos equipos argentinos, Boca y, sobre todo, Vélez, tienen al torneo marcado con resaltador: es su prioridad en el semestre que recién arranca. ¿Las razones? Económicas (cada partido de grupo permite embolsar US$ 200.000 y, en total, habrá un aumento del 40% en los premios en comparación con la edición 2012) y deportivas, ya que el mejor de América se gana el pasaporte al Mundial de Clubes, donde puede enfrentar al campeón de Europa y ser visto por medio planeta.

Vélez encara el desafío continental con el objetivo de refrendar su supremacía doméstica. La Libertadores es la obsesión de su entrenador, Ricardo Gareca. Tanto, que la participación en el torneo fue el anzuelo que le pusieron los dirigentes para que renovara su contrato. La llegada de Fernando Gago, titular en el seleccionado que dirige Alejandro Sabella, desde España, transformó al ya macizo y contundente bloque velezano en un serio candidato a ser el mejor de América. Además, cuenta con los goles de Lucas Pratto y Facundo Ferreyra, que se suman a la jerarquía individual de nombres como Sebastián Domínguez, Francisco Cerro o Federico Insúa. Los de Liniers comparten el Grupo 4 de la competencia con Emelec (Ecuador), Deportes Iquique (Chile) y Peñarol (Uruguay), su bestia negra en la edición 2011, cuando lo eliminó en las semifinales.

Boca, por su parte, invirtió US$ 3,5 millones para quedarse con el 70% del pase de Juan Manuel Martínez, quien llegó en busca de más minutos y visibilidad. Su gran objetivo es el seleccionado. Además de las gambetas del Burrito, Boca se agregó quilates: en el banco de suplentes estará Carlos Bianchi, mientras que el regresado Juan Román Riquelme será el enganche en algunas semanas. El elenco xeneize debutará mañana con Toluca (México), uno de sus rivales en el Grupo 1, que también integran Nacional (Uruguay) y Barcelona (Ecuador).

Para Boca, subcampeón de 2012, cualquier resultado que no sea llegar a la final será una decepción. Por la historia de éxito que encarna Bianchi, por el plantel -el más caro del fútbol argentino- y porque su gente sueña con volver a Japón para competir por el título de mejor equipo del mundo.

El segundo lote de equipos argentinos en la competencia está integrado por Newell's, Arsenal y Tigre. Los rosarinos, con el DT Gerardo Martino a la cabeza, encarnan la vuelta a las tradiciones. No podrán contar con su capitán, Lucas Bernardi, quien aguarda la definición de su castigo por un polémico doping, pero tendrá en la delantera a un goleador que convierte todo lo que toca: Ignacio Scocco. Mezcla de temperamento, experiencia y juventud, Newell's está en la Libertadores gracias a un excelente 2012, año en el que debió realizar una gran campaña para evitar el descenso. Comparte el Grupo 7 con Deportivo Lara (Venezuela), Universidad de Chile (Chile) y Olimpia (Paraguay).

La participación de Arsenal en el torneo es un efecto colateral de un año inolvidable. En 2012, el club de Sarandí consiguió su primer campeonato -el torneo Clausura- y eso le bastó para ingresar al selecto grupo de los mejores de América. Su valor más importante no estará en la delantera, sino en la retaguardia: Lisandro López, candidato a ser uno de los mejores defensores del torneo, ordenará a la última línea del equipo dirigido por Gustavo Alfaro. Los del Viaducto estarán en el Grupo 3, acompañados por los brasileños Atlético Mineiro y San Paulo, y por The Strongest, de Bolivia.

Tigre, debutante en la Copa Libertadores, pondrá en la vidriera continental a Rubén Botta, su estrella emergente que ya es codiciada por los equipos más grandes de Argentina. Luego de la estupenda tarea continental del año pasado, cuando llegó a la final de la Copa Sudamericana (que perdió ante San Pablo con escándalo en el partido decisivo), los de Victoria volverán a codearse con los mejores de América del Sur. El sorteo no les deparó un grupo fácil a los dirigidos por Néstor Gorosito: están emparejados en la zona 2, junto con Sporting Cristal (Perú), Libertad (Paraguay) y Palmeiras (Brasil).

Fuente: Cancha Llena