Sería beneficioso que alguien explicara la acepción correcta del término “veedor”, que según el “mataburros” significa “que ve o mira con curiosidad las acciones de los otros”.
Que quienes son designados para esta tarea en las jornadas sabatinas de la Liga hayan tenido su preparación educativa, formativa y operativa como comisarios o asistentes deportivos no se discute, pero creemos que sería mucho más sano, para propios y extraños, que quienes oficien de veedores no tengan contacto administrativo con los controladores de los partidos.
La experiencia nos indica que es contraproducente su presencia cercana a la mesa de control o a las bancas de suplentes, pues toda vez que fueron identificados, se transforman en el centro de las críticas, los reclamos y hasta de las amenazas.
Su ubicación en un punto equidistante alejado de los controles, es lo más aconsejable “para ver todo” con objetividad y luego proceder a confeccionar su informe para ser elevado.