Desde hace un tiempo que desde estas mismas líneas, remarcábamos lo irregular de las disposiciones en modificar artículos del Reglamento General de la Liga, y como modo de afirmar nuestra postura, en ocasiones nos propusimos dar a conocer lo que establece el Estatuto en su artículo 29º: “Es atribución de las Asambleas: inciso b), Modificar en cualquier forma los presentes Estatutos y/o Reglamentos”.
La realidad en el crecimiento de la Liga, sin dudas motiva implementar otro sistema administrativo que permanentemente actualice pormenores que mejoren la organización, y en eso estamos de acuerdo, pero la prioridad sería consensuar y disponer definitivamente bajo qué normas funcionará la institución, habrá que respetar lo que expresa el Estatuto, o modificarlo antes que el Reglamento.
El Prosecretario de la Liga expresó su desacuerdo por el procedimiento leyendo el artículo mencionado anteriormente, a lo que el presidente le comentó que desde Inspecciones Jurídicas llegó la sugerencia que, por la singular actividad de la Liga a los cambios en el Reglamento, lo “manejen internamente” para no sufrir postergaciones en su aplicación, mientras que otro delegado manifestó que, la expresión “y/o” en el inciso b) significaba querer o no querer su tratamiento en las Asambleas, cuando en realidad, quienes tenemos casi permanente contacto con documentación de esta naturaleza, hemos entendido que la verdadera traducción de dicha expresión es que deben tener tratamiento tanto uno como otro, o ambos, en el mismo acto.
Volviendo a lo anterior, y coincidiendo con que el continuo crecimiento de la Liga amerita un “aggiornamiento” en toda su estructura organizativa, habría que pensar seriamente en un análisis profundo en los documentos que rigen para la vida institucional.

Las nuevas disposiciones reglamentarias, en cierto párrafo de su artículo Nº 7, establece que, “Los Delegados no podrán integrar Comisiones Directivas ni equipos que no sean de los clubes que representan, como tampoco podrán actuar COMO DELEGADOS, LOS MIEMBROS TITULARES DE LA COMISIÓN DIRECTIVA DE LA LIGA”.
Grande fue la sopresa (y la incomodidad oor la situación) del presidente de la entidad cuando el Secretario José Páez, leyó la nota en que Salta Central designaba al señor Miguel Palacios como delegado titular de la afiliada, como también la misiva en que Luis Arguello informaba de su renuncia como integrante de la Comisión Directiva para ocupar la responsabilidad como delegado titular de Liberal Argentino; ocurre que ambos son integrantes de la Comisión y personas caracterizadas por su idoneidad en la tarea que les compete, y por lo consiguiente de suma utilidad en el andamiaje dirigencial.
Mientras el Secretario General le pidió publicamente al señor Miguel Palacios revea esa disposición, manifestándole la necesidad de contar con su colaboración, el presidente recordó a los presentes que las disposiciones establecidas en el Reglamento General no son un capricho presidencial, sino un acto consensuado con el Consejo de Delegados y que evidentemente, para él, sufrió un efecto inverso al pensado ya que en lugar de sumar nuevos dirigentes, éstos prefieren dejar vacío su lugar para sumarse al Cuerpo de Delegados.
Desde aquí, conociendo de la capacidad y los valores personales tanto de Palacios como de Arguello, instamos a que puedan solucionar la cobertura en la representación de sus clubes en la Liga, y puedan continuar con la importante tarea que ya viene desempeñando con alta eficiencia en el cuadro dirigencial, y que fuera reconocida por sus propios pares.