Al cabo de una semana más en la novela protagonizada por Juan Román Riquelme, esta tarde quedará sellada a fuego como ese capítulo esperado por todos. Luego de que el enganche llamara a Carlos Bianchi para decirle que estaba a su entera disposición en el caso de que lo necesitara, el futbolisita acató los pedidos de la comisión directiva y volverá al ruedo.
Si bien al Virrey no le genera cariño la actitud de Román porque hubiera preferido tenerlo durante toda la pretemporada trabajando con el grupo y no sumarlo ahora, cuando puede generar fastidio en alguno de sus compañeros, para el técnico es un benificio contar al 10 entre los suyos.
"Así esté al 50%, yo lo quiero", le dijo en su momento el técnico a los dirigentes; y por eso Daniel Angelici apuró el regreso de Qatar -donde se encontraba cerrando vínculos comerciales que favorecieran al club- para juntarse con Riquelme este mismo viernes. Quería reunirse cara a cara, plantear una modificación en el contrato haciéndolo por productividad, y ver la reacción de Juan Román. En el caso de un nuevo desplante, el presidente de Boca no quería quedar tan expuesto. Se sabe, no es el fanático número uno del generador de juego.
Felizmente para todos los hinchas de Boca, hoy, al cabo de un rato juntos, lograron ponerse de acuerdo una vez y, de este modo, darle un giro importante a la serie del Diez que desde hace siete meses tiene en vilo al pueblo xeneize. En el camino quedó Julio César Falcioni, técnico con quien Riquelme no tuvo el mejor de los tratos.
De no mediar inconveniente, mañana por la mañana, a las 9, el enganche entrenará en el predio Pedro Pompilio con quienes no fueron concentrados para el duelo inicial, ante Quilmes.

El Gráfico