Deporte y nostalgia

Luis Beltrán Barrionuevo, crack del Hindú BBC

lunes, 11 de marzo de 2013 00:00
lunes, 11 de marzo de 2013 00:00

En las décadas del sesenta y del setenta del siglo pasado, el Hindú BBC tuvo en los mellizos Barrionuevo, a dos de sus figuras más emblemáticas dentro del historial del básquetbol local. El 25 de marzo de 1942, en la localidad de Sumalao (Valle Viejo), a escasos kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, nacían José Ignacio y Luis Beltrán Barrionuevo, así, en ese orden de aparición, fruto del matrimonio de Santiago Alejandro Barrionuevo y María Isabel Pérez. Obviamente, dentro de trece días, los dos cumplirán sus setenta y un años de vida, gran parte de ellos dedicados al deporte de sus amores. Su escuela de formación fue precisamente la entidad del Pasaje Larrouy, donde desde muy chicos tuvieron la oportunidad de ver en acción a una verdadera pléyade de jugadores que brillaron con luces propias, como Plácido Vicente Stassuzzi, los hermanos Guillermo, Onofre e Hipólito Moreta, Ramón Avellaneda y los hermanos José Ido y Humberto Dal Bon (“Berto”). Cuando expiró dentro del rectángulo esta aplanadora “sagrada”, la responsabilidad recayó en el semillero, como es lógico suponer.
“El desafío era muy difícil, pero había que ponerle el pecho y sacar a relucir la chapa de identificación del Hindú BBC, donde la calidad, la garra y el corazón eran sus ejes centrales. El legendario José Antonio Russo (“Russito”) siguió apoyando a la nueva camada y de esta manera junto a mi hermano José Ignacio, tomamos la posta y comenzamos a trabajar a fondo. Muchos, incluidos ustedes, los periodistas, no sabían que yo fui el encargado de conducir técnicamente al equipo superior, desde adentro y desde afuera, acomodando piezas y delineando tácticas y estrategias para sacar provecho a las aptitudes físicas y técnicas de los muchachos”, remarca nuestro entrevistado de hoy, Luis Beltrán Barrionuevo. Es más, deja entrever, que ese desconocimiento de la realidad de hace algunas décadas, le restó gran parte del protagonismo que él había asumido con total y absoluta responsabilidad, dentro de la institución, fundada en el año 1930. Sobre el particular, señala que su fidelidad a la misma, está avalada por el hecho de que fue la única casaca que vistió a lo largo de toda su trayectoria deportiva, además de la selección provincial. Precisamente, relacionado con la selección, confesó que le pegó bastante duro su marginación, a última hora, del Campeonato Argentino de 1970, que se desarrolló en nuestra ciudad, más exactamente en el predio de Colón y Obispo Esquiú, de propiedad del desaparecido Club Atlético Montmartre.
Como todos los amantes del baloncesto lugareño lo recordarán, Jorge Hugo Canavesi, el mismo que en 1950 consagró a la Argentina como campeón mundial de selecciones en la ciudad de Buenos Aires, era el organizador y entrenador del plantel catamarqueño, que había instalado su campo de entrenamiento en la villa veraniega de Las Pirquitas (Fray Mamerto Esquiú). “Casi al filo del lanzamiento de la competencia, me informan que quedaba excluido de la lista de los doce jugadores que integrarían el conjunto definitivo. Creo, de acuerdo a mi opinión personal, que fue una injusta decisión del profesor Canavesi, quizás influenciado por ciertas personas que integraban su entorno dentro del cuerpo técnico. Y digo esto, porque en toda la etapa previa, donde jugamos con distintos seleccionados de otras provincias, el primer suplente del elenco titular era yo. Entendí que Canavesi estaba satisfecho con mi entrega y dedicación, y por eso mi sorpresa. Aunque tal vez también tuvo algo que ver cuando lo dejaron afuera a José “Lungo” Véliz, que también actuaba en el Hindú BBC, por un hecho poco claro sucedido en la concentración. Lo sacaron sin explicaciones y sin darle el derecho a defenderse. A mí no me gustó este proceder y así se lo expresé a Canavesi, porqué él me lo preguntó”, sintetiza con cierto grado de bronca personal.
En torno a las amarguras que le tocó vivir en su carrera deportiva, Luis Beltrán Barrionuevo tampoco se olvida de un incidente que lo vio involucrado en oportunidad de una de las tantas finales que animaron con el Red Star BBC, en los torneos oficiales de la Federación Provincial de Básquetbol. “Hubo una jugada fuerte y poco clara, en pleno partido, y yo me metí para separar y poner un poco de orden. Al día siguiente me entero que me suspendían por veinte partidos, aduciendo una sarta de mentiras. Omar Horacio Leloutre, quien era por entonces interventor en la Federación, comprendió que había metido la pata y me pidió disculpas. Pero la mácula ya estaba estampada. Esta lamentable situación me bajoneó enormemente y por eso al poco tiempo resolví darle un corte definitivo a mi carrera. Me alejé de la actividad, con mucho dolor en el alma, porque en Hindú siempre me brindé a full, festejando en la victoria y aceptando el resultado de una derrota. Comencé a los trece o catorce años de edad y dejé a los treinta y dos, cuando aún podía dar un poco más. Pero qué le vas a hacer. Las cosas en el deporte con así”, monologa al respecto.
En un rápido repaso de lo que le dejó su paso por su adorado Hindú, recuerda a varios de los que fueron sus compañeros de equipo, además de su hermano José Ignacio. Entre ellos, a José “Lungo” Véliz, Mario Ferreyra, Luis C. Romero, Miguel Angel Miranda, Luis “Gato” Tejeda, Carlos y Antonio Jalil, Carlos Cortez, José Luján y Héctor Tejeda y Héctor “Rody” Moya. Opina que los dos más grandes armadores (bases, como los denominan hoy) que dio Catamarca, mientras él jugó, fueron, sin duda alguna, su hermano José Ignacio, y Omar “Enano” Sánchez, un eximio basquetbolista del Atlético Olimpia. “El “Enano” Sánchez, además de ser inteligente, habilidoso y talentoso, se movía a una velocidad increíble, tanto en lo físico como en lo mental, y se anticipaba décimas de segundo a cualquier jugada. Fue un jugador de grandes condiciones. Si hubiese tenido un poco más de estatura, era un fenómeno en cualquier escenario del país. Hace poco tiempo se nos fue de este mundo. Dolió a todos, porque siempre fue una excelente persona. Sobre José (su hermano) ya lo dijeron ustedes, por largos años. No hay mucho que hablar. Organizador nato del juego, sus pases-goles fueron su marca registrada. Eso sí, los goles los hacía un servidor. En la final del ´70, cuando nos clasificamos campeones, superando a Red Star BBC, la síntesis final lo dice todo: Tejeda 4, Luis Barrionuevo 27, José Barrionuevo 14, Lencina 4, C. Jalil 2, H. Moya 5, R. Moya 2, Moreyra y Quinteros. Hace falta agregar algo más?”. Sin comentarios. Nada por discutir.
En el plano dirigencial, en sus años de gloria, Luis Beltrán Barrionuevo nunca se olvida de José Antonio Russo, el “padre sagrado”, como lo califiqué en el “Libro de Oro” que escribí en el año 1980, a pedido de Carlos Aldo Carrizo, sin que ello signifique omitir los nombres de otros ilustres deportistas como Renato Soria, Oscar Barrionuevo, Ramón Fernández, Enrique Saavedra, Víctor Jamardo, Juan Carlos Ross y Atilio Luna. Párrafo aparte para dos personajes que desde las tribunas, siempre le insuflaron un especial aliento a sus ídolos “albicelestes”, José “Pepino” Agüero y Roberto “Negro” Molas. Con distintos estilos y formas de expresar sus innatas aptitudes histriónicas, escribieron una de las páginas más simpáticas e inolvidables en el abultado álbum de los recuerdos.


Escribe: Leo Romero

 

Ficha Personal

Nombres y apellido: Luis Beltrán Barrionuevo.
Fecha de nacimiento: 25 de marzo de 1942.
Lugar: Sumalao (departamento Valle Viejo).
Edad: 70 años.
Padres: Santiago Alejandro Barrionuevo y María Isabel Pérez.
Hermanos: José Ignacio, Ramón Santiago, Isabel, Nora Rita, Petrona Georgina y María Laura.
Esposa: Aída Nelly Avellaneda (f).
Hija: María Liz. Viene en camino su nieta o nieto.
Hincha en el fútbol: Boca Juniors de la AFA y Vélez Sarsfield de la Liga local.

 


Mi Opinión


Después de mucho tiempo, nos enfrentamos en un amable mano a mano con el mellizo Luis Beltrán Barrionuevo. Fue el primero, ya que antes sólo hablábamos de sus actuaciones en una cancha de básquetbol, es decir el habitual interviú deportivo de todas las semanas. Mostró su satisfacción personal, “porque es la primera vez que me hacen un reportaje para un medio importante de nuestra provincia, y a través de tu persona, que es muy conocida y respetada por todos. Incluso, sé que escribiste el Libro de Oro del Hindú BBC, allá por 1980, y casi pasé desapercibido en sus páginas. A mi hermano José le hicieron una nota y no sé si aparezco en una de las fotos de los equipos de la entidad. No me gustó para nada, te lo confieso personalmente, porque no se valora el trabajo de uno, a lo largo de muchos años. Te digo más: cuando José (su hermano) pasó a las filas del Red Star BBC, por espacio de cinco años, yo quedé como el referente del conjunto y me las banqué a mi estilo. En soledad, pero sin aflojar ni un tranco, porque yo amo a mi club”.
Arranque fuerte, acorde a su forma de interpretar las cosas, quizás porque el oficial de policía (se retiró con el cargo de comisario, al igual que José) aparece sutilmente en el momento de expresar sus conceptos o puntos de vista. En realidad (y las pruebas están en la mencionada publicación), esa revista partidaria fue escrita por el suscripto a pedido del dirigente Carlos Aldo Carrizo, quien se encargó de la edición y comercialización de la misma. Luis Beltrán aparece en una de las formaciones y es mencionado en varias ocasiones, en especial en la entrevista a José. Y no podía ser de otra manera, porque en el quinteto “sagrado”, como lo decía “Russito” en la intimidad del quehacer cotidiano, Hindú son los mellizos Barrionuevo y tres más. Esa era la importancia y valoración que le daban a los dos.
Frontal y defensor a muerte de aquellos tipos a los que él considera honestos, responsables, decentes y honrados, siempre se opuso a todo lo que tenía algún tufillo a malas acciones, solapadas traiciones y malos procederes. Por eso, se explica que en algunos pasajes de su carrera deportiva se enfrentara con los mandamás de turno, para buscar las verdades de algún caso en cuestión. “Siempre he luchado por las causas nobles y justas, y he defendido a quienes fueron mis compañeros de equipo y, en ciertos casos, amigos personales”, acota.
 

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