Fútbol

Se necesitan acciones

Los incidentes dejaron al descubierto un deficiente operativo policial.
viernes, 15 de marzo de 2013 00:00
viernes, 15 de marzo de 2013 00:00

Lamentable por donde se lo mire fue lo sucedido el jueves en el Bicentenario; lo que tendría que haber sido una fiesta del fútbol catamarqueño entre Villa Cubas y San Lorenzo, terminó en un verdadero escándalo que empañó todo, pero lo más triste y preocupante es que quedaron al descubierto las graves falencias de la Policía de la Provincia, que como entidad que brinda seguridad a la ciudadanía en su conjunto, a la hora de entablar un operativo para un partido convocante como el clásico entre “Leones” y “Santos”, no estuvo a la altura de la circunstancia para garantizar la seguridad de los espectadores, que en su enorme mayoría asistieron a un evento deportivo y se dejaron ganar -una vez más, porque no es la primera que sucede- por un grupo minúsculo de violentos, que se creen los dueños del fútbol y que otra vez salieron vencedores.
Desde el inicio de la jornada, el operativo empezó a mostrar falencias, porque a pesar de que se lo niegue, casi no había presencia policial a una hora del inicio del partido. No hubo cortes de calles para impedir el avance de autos hasta las puertas mismas del Estadio y tampoco hubo acompañamiento policial cuando llegaba un camión cargado de hinchas de Villa Cubas, que pasaron a pocos metros de los de San Lorenzo, como también nadie se explica cómo pudo un colectivo con hinchas de Villa Cubas pasar por avenida Alem cargando a hinchas de San Lorenzo, burlando todo tipo de control previo.
Lo del cacheo tampoco fue tan efectivo, si no cómo se entiende que haya ingresado al estadio la gran cantidad de pirotecnia que arrojaron desde las dos hinchadas.
Por el momento, las explicaciones que dieron los encargados de la seguridad no alcanzan, porque el discurso es más de lo mismo que se viene diciendo cada vez que suceden este tipo de cosas; al problema de la violencia -que no tan solo está en el fútbol- se lo tiene que tratar con la seriedad que se merece y de una vez por todas castigar a los responsables. Lo del jueves pudo haber sido una tragedia, que gracias a Dios no pasó, pero tiene que servir de lección, para no tener que seguir lamentando que los violentos siempre se salgan con las suyas.


El Esquiu.com

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