Como si fuera una final, pero en la sexta fecha y por el descenso

Quilmes recibirá a un Independiente en situación comprometida, con Montenegro descartado.
sábado, 16 de marzo de 2013 00:00
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Demasiado temprano como para jugar una final, aunque la angustiante tabla de los promedios determinó que el encuentro que disputarán, desde las 20.15, Quilmes e Independiente, por la 6a. fecha del torneo, ofrezca características de esa clase. De los partidos precedidos con tamaña carga anímica es imposible salir de la misma manera de la que se entró, aunque el resultado condicionará en mayor medida a los Rojos: un éxito los oxigenará, alimentará el espíritu alicaído después de dos derrotas, aunque el envión de puntos no será suficiente para dejar los puestos de descenso, que comparte con Unión y San Martín, de San Juan. Menos traumático para el presente, pero herido con miras al futuro quedará Quilmes si tropieza: un revés lo dejará en una posición incómoda, acosado por la tabla de los promedios.

Tres partidos atrás, el clásico de Avellaneda asomó como la plataforma de lanzamiento para Independiente. Pero aquella victoria no provocó el despegue y se sucedieron las caídas con Arsenal y Godoy Cruz, que devolvieron la preocupación y los temores. La situación perturbadora es todavía más estresante para un club que en sus más de 100 años de historia estuvo siempre ligado a las emotivas conquistas; ahora, en cambio, no encuentra las fórmulas para escapar de la compleja realidad. En ese sentido, Quilmes tiene experiencia en jugar con esa presión y angustia que genera hacer cuentas con la tabla de los promedios como objetivo.

La confusión que envuelve a Independiente desorienta al técnico, y el Tolo Gallego, después de sentenciar en el vestuario de Arsenal que el partido con Quilmes era "la final de un Mundial", en los últimos días dio marcha atrás con su declaración, con el propósito de descomprimir el ambiente. El aturdimiento en los Rojos creció y Gallego debió modificar la planificación y los nombres idealizados para ejecutar los movimientos. El Tolo imaginó que dispondría de Montenegro, pero el Rolfi se sometió a pruebas -se recupera de una distensión en el isquiotibial derecho- y fue descartado; Víctor Zapata, indultado por el DT, ocupará un lugar entre los suplentes. Así, la vuelta de Tula -lesionado- y las confirmaciones de Leguizamón y Caicedo como piezas de ataque aparecen como las novedades. Enfrente, Quilmes tuvo todo más claro: Pablo Mattos reemplazará a Juan Manuel Cobos, que llegó al límite de amonestaciones.

Trece partidos quedarán por delante, aunque las circunstancias marcan que Independiente y Quilmes jugarán un encuentro que dejará una huella para afrontar lo que se vendrá.

Fuente: Cancha Llena

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