Atletismo

El Colegio Juan Pablo II recibió una donación

sábado, 2 de marzo de 2013 00:00
sábado, 2 de marzo de 2013 00:00

El presidente de la Agrupación de Atletas Veteranos de la Provincia de Catamarca, Jesús Arnaldo Maza, en representación del atletismo de Catamarca, hizo entrega de una ayuda económica a las autoridades del Colegio Juan Pablo II, que en la oportunidad estuvo representado por la directora y vicecedirectora de Nivel Inicial y Nueva Escuela Primaria, Marilina Chayle y Claudia Griselda Rivas, con motivo de colaborar con este establecimiento educativo que está próximo a cumplir sus Bodas de Plata.
Fue creado allá por 1988, por el querido y recordado Padre Villagrán, con la finalidad de bridar una contención social, educativa y afectiva a los niños carenciados de la zona, y actualmente se encuentra enclavado en corazón del barrio El Milagro con una importante matrícula que alberga a niños de todos los sectores de la sociedad.
Allí centenares de niños de humildes familias concurrían a precarias aulas a recibir su educación bajo la luz de Cristo y la Madre del Valle; se recreaban y recibían el afecto de silenciosos colaboradores del Padre, quien se las ingeniaba para conseguir el desayuno diario, el almuerzo y en ocasiones la cena, y quien hasta último momento postrado en una silla de ruedas acompañó a sus docentes y alumnos, que hoy lo recuerdan con cariño.
La conducción actual del establecimiento, encabezada por el Padre Antonio Bulacios y su equipo de colaboradores, trabaja con júbilo para celebrar con toda la comunidad el cumpleaños del colegio y renovar “El Pacto de Amor” con la sociedad a través de la educación y la contención de de todos los niños, en especial aquellos que tienen necesidades básicas insatisfechas. Todo esto desde una visión integradora, centrada en el Evangelio de Cristo cuyo eje y norte son los principios y valores humanos en toda su dimensión.
El Padre Villagrán quiso que este colegio llevara el nombre del Papa –Beato- Juan Pablo II, quien como sucesor de San Pedro fue un Humilde Pastor, que ante el momento crucial que el mundo atravesaba supo mantener viva la Luz de la Iglesia Católica, ante las penumbras de las inquietudes, desesperanza y maldades; de guerra, atentados y crueldades por las que atravesaba el mundo.
Además de ello el querido Papa de la Paz amaba el deporte y lo practicaba con pasión, convencido de los beneficios para la vida y las personas: “(…)su práctica enternece el alma y agranda el corazón (…)”, decía, por ello instaba constantemente a todos los jóvenes y niños a hacer del deporte un hábito como elemento válido para la superación personal y espiritual.

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