Argentino B

Derecho de admisión, urgente

Los hechos de violencia se repiten, y la “industria del barrabrava” se instala. Droga, armas, poder e intereses.
lunes, 25 de marzo de 2013 00:00
lunes, 25 de marzo de 2013 00:00

Personalmente me enojaba mucho cuando algún compañero de las secciones policiales, ya sea del diario o la radio, hablaba de “barras bravas”. Los desautorizaba, diciendo que no sabían de lo que hablaban, que en nuestro fútbol no había esas cosas aún, y que sólo era un término empleados por ellos con el simple fin de darle otro tono más rimbombante a sus noticias. Pero ahora, el miedo de haberme equivocado, de darles la razón -que es lo peor-, de cierta forma me ha invadido. Aunque prefiero seguir pensando que el fútbol ha quedado en el medio de todo esto, y no es quien lo ha generado.
El domingo no terminó en tragedia de casualidad, de milagro. Y esperamos que este milagro dure, porque hay una persona que terminó internada en terapia intensiva luego de ser golpeada por un proyectil cuando quedó en el medio de un enfrentamiento de “hinchas” del Atlético Policial, una vez terminado el juego que empataron el “Matador” y Villa Cubas.
Julieta Rivero, hermana de Carlos, el volante central de “Poli”, es quien tiene en riesgo su vida. Así de duro como suena.
No es la primera vez que dos partes de una “hinchada” se pelean o causan desmanes, pero sí es la primera vez que hay un herido de gravedad. Esto sin haber consecuencias del tiroteo que se dio en las cercanías de la sede del club, en La Tablada, que por cierto no es menos grave.
La Industria del Barrabrava se está instalando en la provincia, a pasos agigantados. Hay organizaciones, rangos, facciones, y todo se vuelve peligroso con los intereses, las drogas y las armas.
Es lamentable decir que a nivel país pasa lo mismo, y que no se han encontrado soluciones efectivas. O no se las ha querido implementar con firmeza.
El barra encuentra su negocio en el fútbol: sirve a los dirigentes, a veces recibe plata de los jugadores, viaja y entra gratis a las canchas, maneja los estacionamientos, dice “hacer la fiesta” en las tribunas, hacen contacto para ser utilizados por algunos sectores políticos (¿de dónde piensa, señor lector, que salen los bombos y platillos en los actos?) y sobre todo genera miedo. Va a la cancha seco, y vuelve con un mango en el bolsillo, haciendo que todo sea redondo.
Bueno, en Catamarca no queremos más esto, no queremos que esto se agigante, y se vuelva incontrolable, si es que acaso ya lo es. Porque hay varios responsables de esta “bola de nieve” que crece y desafía.
Que se implemente el derecho de admisión, que no se deje ingresar ni pertenecer a una institución a quienes son violentos, o delincuentes acaso.
Somos pocos y nos conocemos mucho, sabemos decir siempre por estos lados. Pues bueno, que aparezcan los responsables de las personas que fueron heridas tras los últimos dos clásicos jugados en la provincia. Que sean juzgados, y paguen por su torpeza y malicia.
Lo que ha pasado es gravísimo. Que se aplique el derecho de admisión, y no que las familias tengan que pensar dos veces antes de ir a una cancha a ver un espectáculo, un deporte, un juego, que al fin y al cabo el fútbol lo es, aunque haya quedado en medio de todo esto que es triste, lamentable y preocupante.

Martín Noriega

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