Con el regreso de Matías Almeyda como entrenador en la segunda categoría del fútbol argentino, Banfield se jugaba sus últimos cartuchos para intentar acercarse a los puestos de ascenso. El cambio de aire en el banco de suplentes era un aliciente para ilusionar a los hinchas del “Taladro” que se acercaron al Florencio Sola.

El partido era parejo, Instituto pudo llegar al gol a través de la cabeza de Federico Vismara, pero su remate salió desviado. Mientras que la más clara del primer tiempo la tuvo Matías Díaz, quien ejecutó una volea al borde del área chica de Julio Chiarini, pero la pelota picó y se fue por encima del travesaño. Los errores ajenos eran lo más atractivo del encuentro.

En el complemento el conjunto de Matías Almeyda salió con otra decisión al campo de juego. Tanto es así que a los 13 minutos Lihue Prichoda llegó con convicción por el sector derecho de la defensa cordobesa y con un potente disparo sacudió la red del arco de Instituto, pero la pelota dio en el lateral externo y el suspenso se mantenía en el Florencio Sola.

La expulsión de Gustavo Toledo por juego brusco sólo sirvió para que el “Pelado” tuviera la excusa de haber terminado el cotejo con diez hombres. La falta de precisión y juego colectivo fueron los motivos por los cuales Banfield no consiguió la victoria ante uno de los peores equipos del campeonato.