Es un producto totalmente elaborado en la escuela de básquetbol de Red Star BBC, guiado por las expertas y calificadas manos de dos referentes de la entidad, José Antonio Rincón y Antonio Ricardo Bollea. El primero de ellos, el hombre encargado de enseñarles los fundamentos primarios de la especialidad a todos los chicos que concurrían a la cancha de la calle Sarmiento al 100 de nuestra ciudad, y el restante una figura nacida en la provincia de Tucumán y que, por razones laborales, recaló en San Fernando del Valle de Catamarca. Hablamos de Ramón Rolando Sotomayor, distinguido por los aficionados deportivos con el cariñoso apelativo de “Sotiyo”, quien se erigió en uno de sus más destacados jugadores en décadas pasadas, actuando a la par de León Rafael Aibar, Marino Rojo, Federico Esteban Hausberger (padre), Oscar Tomás Vera y Carlos Nieva, entre otros. Integró la selección catamarqueña por espacio de varios años, siendo elegido por el gran maestro Jorge Hugo Canavesi, para defender nuestros prestigios en el Campeonato Argentino de 1970, desarrollado en nuestra ciudad. Guarda un especial recuerdo de ese plantel, uno de los mejores que, a su criterio personal, “mostramos al país, en lo que se dio en llamar el `más argentino de los campeonatos`, ya que participaban todas las provincias del país. Después, la competencia se dividió en tres grandes grupos: las zonas ascenso sur y ascenso norte, y la campeonato, de donde surgía el campeón, tal cual su nombre lo indica”.
El nacimiento del jugador de baloncesto se produjo cuando Sotomayor era un pibe y comenzó a mezclarse con sus pares del barrio de influencia de la estrella roja o los “estrellados”, como lo bautizó la prensa lugareña. Cuenta que tenía once años de edad cuando fichó para Red Star BBC, con la correspondiente autorización de sus padres (Oscar Romeo y Elsa Alicia). “Cuando me calcé la casaca, por primera vez, en las inferiores, tuve la casi total seguridad de que sería la única en mi carrera deportiva. Y así nomás fue, al margen del seleccionado catamarqueño. Fui jugador y, al abandonar la actividad federativa, me convertí en dirigente del club, lugar desde el cual aún sigo aportando lo mío con todo el amor que siento por los colores blanco y rojo. Estuve al frente de la mesa directiva de Red Star BBC entre los años 1986 y 1993, acompañado de algunos históricos dirigentes de la institución. Incluso, participo en la Asociación de Maxibásquetbol, para no perder la costumbre, para mantener vivo ese fuego interior que apareció en mi niñez”. El debut en la división superior no tardó en venir, según comenta, con un dejo de nostalgia. Al respecto, indica que había buenos equipos y la gente concurría masivamente a las canchas para apoyar a su club favorito, en tiempos en que no existían estadios techados o cubiertos. Con mucha alegría, relata algunos encuentros decisivos, donde los “estrellados” se alzaron con el título de campeón, midiéndose con adversarios de la talla del Hindú BBC, Atlético Montmartre, Atlético Olimpia y Deportivo Juventud.
Por ser de una generación intermedia, por así decirlo (hace poco cumplió sus 61 años de edad), Ramón Rolando Sotomayor se codeó con dos excelentes camadas de basquetbolistas. La integrada por León Rafael Aibar, Federico Esteban Hausberger, Marino Rojo, Carlos Nieva, Oscar Tomás Vera, Darío Feruglio, Enrique López y Angel Salguero, entre otros, y la más reciente, donde brillaron Ricardo Acevedo, Federico Esteban Hausberger (hijo), Ricardo Pastoriza, José Velázquez, Daniel Lecco, Carlos Almendra, los hermanos Antonio y Armando Hausberger, Ángel Ricardo Bracamonte y Andrés “El Veneno” Montenegro, considerado por muchos entendidos como uno de los más grandes jugadores que entregó Catamarca dentro de la disciplina, opinión que comparto plenamente. Este último plantel fue dirigido por León Rafael Aibar (“El Lungo”) y se cansó de salir campeón en los certámenes oficiales de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Catamarca (FBPC). Y hablando precisamente de los cracks locales, nuestro entrevistado (ayuda base) opina que Luis Mario “Kokin” Aragón fue uno de los mejores en su puesto, merced a su gran calidad técnica, picardía y goleo. Se reconoce admirador del juego que desplegaba José Ignacio “Mellizo” Barrionuevo, un base de enormes condiciones, gran pasador de pelotas, inteligente y muy habilidoso y de la extraordinaria capacidad goleadora de Julio César Rodríguez (“Julito”).
Como la mayoría de los doce que formaron parte del plantel de la selección de 1970, “Sotiyo” no deja de ponderar las enseñanzas que entregó en nuestra provincia Jorge Hugo Canavesi, quien veinte años atrás había conducido a la Argentina a lo más alto del podio en el Campeonato Mundial jugado en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires, derrotando en la final al poderoso elenco de los Estados Unidos por 64 tantos a 50. Señaló que “El Lungo” Aibar y “Kokin” Aragón, quienes se convirtieron en dos excelentes entrenadores, se apropiaron de todos los conocimientos y las experiencias que esparció Canavesi, mientras estuvo entre nosotros. Estoy seguro que aprendimos un montón, y no solamente en la parte técnica, sino también en lo organizativo, ya que él estuvo a cargo de todo el operativo Argentino 1970, con el apoyo de la FBPC, la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) y el Gobierno de la Provincia”. Para ratificar lo señalado precedentemente, reflota uno de los pensamientos de Canavesi sobre esta área de la cultura popular: “El deporte es fundamentalmente un agente de formación humana. Y la formación humana no es solamente correr y saltar, tiene que ver con una serie de cosas que están dentro de la línea de relación que gesta el deporte: de intercambio de relaciones humanas, de comprensión y respeto por el otro, del diferente. En valorar al prójimo. De valorar al que es peor que vos y se está moviendo. Valorar al que es mejor también. Eso es respetar principios de ética fundamentales. Un entrenador debe saber algo más que básquetbol. No es únicamente la pelotita…”.
En el cierre de la amena conversación, café de por medio, Sotomayor tuvo elogiosos conceptos para la más grande jugadora de baloncesto que dio Catamarca, Sara Elena “La Bocha” Vega, emblema femenino del Red Star BBC. Vega comenzó a jugar en el año 1950, cuando se practicaba poco la disciplina entre las mujeres y Atlético Montmartre aparecía como el imbatible dentro del reducido grupo de clubes. Ricardo Barrionuevo era el presidente de la entidad y “La Bocha” lo convenció para que los “estrellados” formaran su quinteto. Así fue que poco a poco se fueron equilibrando los niveles de las chicas, dentro de un universo donde se lucían también Nelly Rivero, Rosa López, Nelly Barros, Elisa Francile, Eulalia Rodríguez, Carmen Vega y Rosa Fernández.

Escribe: Leo Romero
 

Ficha Personal

Nombres y apellido: Ramón Rolando Sotomayor.
Fecha de nacimiento: 10 de Enero de 1952.
Lugar: San Fernando del Valle de Catamarca.
Edad: 61 años.
Padres: Oscar Romeo Sotomayor y Elsa Alicia Díaz.
Hermanos: Jorge Guillermo, Nilda, Daniel Romeo, Oscar Rosendo, María Inés, Ana María, Alicia Salomé, Nelly del Valle y Carolina.
Esposa: Marta Lobo.
Hijos: Cristian Rolando, Waldo Martín, José Luis (jugó el básquetbol y estudia medicina) y Beatriz del Valle.
Nietos: Emma y Santino.
Hincha en el fútbol: River Plate de la AFA y Defensores del Norte de la Liga Catamarqueña de Fútbol.

Mi Opinión

Un interesante intercambio de opiniones marcó el eje central de la entrevista que mantuve con Ramón Rolando Sotomayor, hombre íntimamente ligado a la actividad basquetbolística en nuestro medio. Nació, creció y seguramente concluirá su camino en su amado Red Star BBC, entidad que ya sobrepasó los ochenta años de vida. Jugador de grandes condiciones (aún lo sigue siendo en los torneos de maxi o veteranos), una vez que abandonó la práctica activa en el plano federativo, se tomó un lustro de recreo y se incorporó a la dirigencia de la especialidad, demostrando con esa actitud solidaria y generosa, que se puede dar rienda suelta a la pasión de la competencia deportiva, sin perder contacto con los cuadros directivos, a nivel institucional.
Asumió la presidencia de los “estrellados” de Sarmiento al 100, por espacio de siete años, y hoy prosigue trabajando desde el cargo de secretario general, en compañía de otros compañeros de equipo de la categoría del maxibásquetbol. Efectuó un recorrido por los nombres de quienes aportaron su talento, calidad, honestidad y responsabilidad en la entidad de la estrella roja, incluyendo entre ellos a Alberto Niego, su primer presidente, Edgardo Acuña, Ricardo Barrionuevo, Eduardo Bosio, Miguel Acevedo, Juan Martín Carrazana, Italo Cippitelli, Carlos Rodolfo Correa, Manuel Cristóbal Espeche, José “Pepe” Carabús, Aniano Foressi, Francisco Fornet, Miguel Garriga, Pedro B. González, Federico E. Hausberger, Mauricio José Navarro, Randolfo Piñero, José Antonio Rincón, Gilberto del Valle Tula, Oscar Tomás Vera, Juan Villagra y Guillermo Wainstein.
Ponderó el aporte que realizó Omar Horacio Leloutre desde su sitial de titular de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Catamarca (FBPC), en especial en las categorías formativas, organizando numerosos campeonatos regionales y nacionales, sin escatimar esfuerzos, incluso de índole personal. Sotomayor remarcó que Leloutre siempre se jugó a fondo por la defensa de los altos intereses del baloncesto ambateño, dentro del ámbito de la Confederación Argentina de la especialidad, cosa que por ahí muchos ya se olvidaron. Precisamente sobre la actualidad de este deporte a nivel local, reconoció que no pasa por su mejor momento o cosa parecida. “Hay culpas compartidas por parte de las entidades afiliadas a la FBPC y del propio Estado provincial (Secretaría de Deportes), que en mi concepto personal distribuye mal los fondos, ayudando a un solo club, olvidándose que al baloncesto lo hace el conjunto de instituciones. Hago votos para que esta situación sea revertida en lo inmediato”. Más claro, imposible.