Tiene un pie afuera de la Copa Libertadores. Tigre, que por primera vez juega el torneo continental, demostró que aún no está preparado para ser protagonista. En Brasil hizo agua como en los últimos meses y perdió 2 a 0 con Palmeiras. Con los goles de Caio y Charles, el equipo necesita un milagro para meterse en octavos.
No pudo hacer nada el Matador en San Pablo. Le costó muchísimo generar juego y brindó una imagen pálida ante un equipo que tampoco brilló. Al Palmeiras con muy poquito le alcanzó para festejar en su casa. Tigre fue pura calentura: pegó y pegó durante los 90 minutos y de milagro no fue expulsado Lucas Orbán.
Al equipo de Gorosito solo le sirve ganar los dos partidos que quedan (Sporting Cristal y Libertad) y esperar que los resultados de los otros encuentros ayuden. Rezan en Victoria.

TN