Deporte y nostalgia

Hugo Ramón Tadeo González, exitoso entrenador de fútbol

lunes, 29 de abril de 2013 00:00
lunes, 29 de abril de 2013 00:00

Nació hace más de setenta años en Primero de Mayo 1598 (prolongación sur de la calle Salta), en el exacto lugar donde dicha arteria se cruza con Santa Fe, es decir frente mismo al enorme predio de la ex estación del Ferrocarril General Belgrano, ocupado actualmente por la Municipalidad de la Capital. Corazón emblemático del vicedecano del fútbol local, el Club Atlético Independiente (CAI), Hugo Ramón Tadeo González no podía escapar a la enorme atracción que ejercía sobre niños y jóvenes de ese sector el más popular de los deportes. Corría la década del cincuenta del siglo XX y como todos los pibes del barrio, él también se sumó a las decenas de potenciales cracks que le daban a la redonda (de trapo, de goma, de cuero, etc.), con alma y vida, en dicha playa ferroviaria. Sólo bastaban cuatro piedras, para delimitar los dos arcos, mientras que los imaginarios postes y el travesaño, era un tema recurrente en el momento de “convalidar” o “invalidar” los goles. Quien escribe estas líneas, por ser de la misma generación, también supo andar por algunos de los históricos potreros capitalinos, dando rienda suelta a lo que alguien llamó “pasión de multitudes”. Y por esas cosas del destino, vivíamos hace varias décadas casi en la misma franja territorial, lo que implica que quizás alguna vez nos cruzamos en un “picado” futbolero, ya que incluso concurríamos a la misma escuela primaria, es decir la número 353, ubicada en calle Tucumán, entre Florida y Santa Fe.

Hace escasos días, volvimos a contactarnos en nuestras vidas, a través de una cita preestablecida en su domicilio particular de Primero de Mayo 1981 (está escrito que se quedará ligado a esa barriada). Con historias muy parecidas en el aspecto socio-cultural, ya que pertenecemos a una clase media baja, pero cumpliendo roles diferentes en lo profesional y en lo laboral. El es un ex futbolista, un exitoso director técnico de fútbol (actualmente está ligado al Club Atlético Vélez Sarsfield local) y un buen dirigente deportivo, mientras que el autor de esta entrevista es un veterano periodista, con una larga trayectoria en medios escritos y televisivos. Un grato reencuentro, que nos permitió repasar los pasos dados por González en el deporte, a partir de los siete u ocho años de edad, cuando junto a sus amigos de siempre, entre los que se encontraban Simón Oscar Agüero (“El Ocotudo”), Miguel Angel Grima (“Chulo”), Ramón Figueroa (“El Botija”), Julio Maldonado (“El Gato”), Ramón Medina (“El Gringo”) y José Flores (“El Tableta”), comenzó a demostrar sus innatas aptitudes futbolísticas que lo llevaron a participar en los certámenes infantiles “Evita” y viajar posteriormente a la ciudad de Buenos Aires, para las instancias finales a nivel nacional. “Nunca olvidaré lo vivido en la cancha de River Plate, repleta de público y de niños y jóvenes participantes de todo el país, con la presencia del presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, y su esposa María Eva Duarte de Perón. Creo que a todos los que pasamos por estas competencias, nos quedó grabado a fuego ese recuerdo de la niñez”, expresa muy emocionado.


Como no podía ser de otra manera, el club donde debutó oficialmente fue Atlético Independiente, entidad fundada el 15 de marzo de 1918 y reorganizada el 20 de febrero de 1920. Con sede social en Primero de Mayo 1350, los colores originales de su camiseta fueron el blanco total con una franja horizontal negra, a la altura del pecho. Ramón Rosa Luna (“El Mocho”), uno de los históricos referentes del CAI, señaló que los precursores del “albinegro” tomaron dichas tonalidades de las casacas que se utilizaban en los torneos de barrios. Hugo “El Jabalí” González, apodo con el que lo bautizó Ambrosio Celestino “Tití” Berón, un querido y apreciado canillita y vendedor ambulante, no vidente, en recordación de Eduardo Miranda, hombre del fútbol que vivía en la intersección de la avenida Hipólito Yrigoyen y la calle Florida, y a quien la muchachada del barrio lo llamaba con ese mismo apelativo, recuerda que fue don Clemente Ventura Marcolli, director de la escuela 353, la persona que lo hizo firmar la ficha oficial de jugador. Actuó en las divisiones quinta y cuarta, saltando a primera en la época donde brillaban jugadores de la talla de Guillermo César “Pucho” Reynoso, José “Loro” González, Ramón Humberto “Palanganita” Oliva, los hermanos José Luis (“Canario”), Ramón Rosa y Julio Armando Luna, y Luis Alberto “Neri Neri” Oliva, entre otros. “Eran unos verdaderos monstruos, por lo que a mí me sirvieron de claros ejemplos a seguir en todo sentido, hecho que originó una lógica superación personal, tanto en condición de futbolista como de deportista íntegro”, acota sobre el particular.

Con el CAI, González fue campeón en la Primera “B” de la Liga Catamarqueña de Fútbol y ascendió al círculo superior, mientras que fue requerido en 1969 por San Lorenzo de Alem, en calidad de refuerzo, junto a Ramón “El Gringo” Medina, Oscar Rubén “Bambino” Frías y Alberto “Beto” Bracamonte, para integrar el conjunto que ese año también trepó a la “A”. Recuerda que en este último plantel estaban, entre otros, Miguel Cancino, Juan Carlos “Perro” Parodi, Héctor Moya, Alberto “Lechuza” Córdoba, Eduardo Bazán, Luis Díaz y Efraín Ortiz, además de puntualizar que en la finalísima de la competencia le ganaron a la Asociación Juventud Unida de Santa Rosa por cuatro goles a dos. En uno de los mejores momentos de su carrera deportiva, fue convocado para el seleccionado juvenil de la Liga local, retirándose de la práctica activa del fútbol cuando contaba con 27 años de edad. Desde ese momento, arrancó una fructífera y exitosa campaña en condición de director técnico, que abarca, hasta el presente, la friolera de cuarenta años. Avalado en los conocimientos (teórico-prácticos) adquiridos en cursos y jornadas dictados por eminencias en la materia, como José D´Amico, Carlos Griguol, José Yudica, Carlos Aimar, Roberto Saporiti, Jorge Zorzenón y Ricardo Pizzarotti, con sus respectivos colaboradores, se metió de lleno en la difícil tarea de conducir planteles de primera división, tanto en el ámbito provincial, como regional e internacional.

Y decimos internacional, porque en el año 1998 firmó contrato para dirigir al Club Atlético El Ciclón de Tarija, Bolivia, al que condujo hasta las instancias semifinales de la Copa Simón Bolívar, donde quedó marginado. La experiencia vivida en tierras bolivianas fue realmente espectacular, según los propios conceptos de Hugo Ramón Tadeo González, quien reconoció que retornó a Catamarca con cierto dejo de amargura, porque allá lo trataron con alta consideración y respeto, tanto en el aspecto profesional como humano. “El pago siempre tira y la familia también, en especial los hijos y los nietos. No podía dejar de servir a mi gente, a la afición futbolera catamarqueña, donde fui entrenador de Américo Tesorieri, Defensores del Norte, San Martín de El Bañado, Defensores de Esquiú, Parque Daza, Independiente, San Lorenzo de Alem, Sportivo Villa Cubas y Ferrocarriles del Estado de Chumbicha. Con ellos obtuve importantes logros, aportando todos mis esfuerzos y capacidades a lo largo y ancho de cuatro décadas. Mi curriculum deportivo está al alcance de quien desee conocerlo, certificado con documentación legal, gráfica y periodística. Servir al fútbol, al deporte en general, es uno de mis máximos orgullos”, sintetiza.


Escribe: Leo Romero

 

Ficha Personal

Nombres y apellido: Hugo Ramón Tadeo González.
Fecha de nacimiento: 11 de setiembre de 1943.
Lugar: San Fernando del Valle de Catamarca.
Edad: 70 años.
Madre: María Saturnina González.
Hermano: Luis Alberto (“Coco”).
Esposa: Rosa María Maza.
Hijos: Claudio Rubén, Marcela Karina, Hugo Daniel y María Natalia.
Nietos: Braian, Evelyn, Martina, Nahir, Lautaro, Alan y Agostín.
Hincha en el fútbol: Boca Juniors de la AFA e Independiente y San Lorenzo de Alem de la Liga Catamarqueña de Fútbol.


Mi Opinión

Charlamos un montón de veces, tanto en su condición de jugador como de entrenador de fútbol. Pero esta es la primera entrevista formal que le hice a Hugo Ramón Tadeo González, un tipo simple, sincero y cordial, con el cual es un gusto debatir o discutir (en el buen sentido del término) sobre la temática específica. Es claro y no apela a las “medias tintas” a la hora de responder a las preguntas formuladas por su interlocutor. Blanco o negro. Los grises no aparecen en escena. Sólo existe una manifiesta indefinición cuándo le pregunté por el club de sus preferencias o de sus amores. Entonces sí, clava los frenos y confiesa: “Tengo dos amores en mi vida futbolística, Atlético Independiente y San Lorenzo de Alem. En el CAI nací y dí mis primeros pasos junto a todos los amigos de la infancia, y en el “santo” de Los Ejidos me consolidé como jugador de primera división, además de conseguir importantes logros en el campo federativo”. Difícil de explicar, en el idioma de los “fanáticos” del más popular de los deportes, fácil de entender desde el punto de vista emocional y personal. En definitiva, fueron en las dos únicas entidades donde militó en la división superior, dando con sus respectivos planteles las clásicas vueltas olímpicas, atributo sólo conferido a los campeones.
Se le hincha el pecho y el corazón se le acelera a fondo, cuando habla de la corta gestión que cumplió al frente de la Dirección de Deportes de la Provincia (hoy Secretaría de Estado, no sé si para bien o para mal, porque nada cambió), ocasión en la cual un selecto grupo de dirigentes de diferentes especialidades, se ocupó de redactar el anteproyecto de la actual Ley del Deporte de Catamarca. González respaldó la iniciativa, gestada por el desaparecido Juan Manuel Guaytima (atletismo), Adolfo Buenader (boxeo), Daniel de la Cueva (judo y olimpismo), José Luis Gómez Bello (UNCa) y Carlos Anselmo Peracca (vóleibol). El diputado provincial Genaro Aurelio Collantes fue el encargado de motorizar este proyecto, una vez listo, en el ámbito legislativo, lográndose posteriormente su sanción y promulgación (se le introdujeron algunas modificaciones). Entre los años 1990 y 1991 (recordemos que llegó la intervención al gobierno que encabezaba Ramón Eduardo Saadi, desplazado por Luis Prol) González y compañía expresaron su satisfacción por haber alcanzado la meta propuesta: contar con el instrumento legal que permitiera darle al organismo oficial del deporte una mayor presencia dentro del Poder Ejecutivo, jerarquizándolo y dotándolo de mayores recursos financieros, con vista a atender los requerimientos de las instituciones de todo el territorio provincial.
Claro que no se olvida del enorme placer y la gran responsabilidad que significó para él, asumir la presidencia del Club Atlético Independiente por espacio de cuatro temporadas (1991 a 1994), destacando el respaldo que recibió de la masa societaria y de los hinchas del “albinegro” de la calle Primero de Mayo al 1300. Sobre el particular, cabe señalar que Hugo Ramón Tadeo González tuvo activa participación en las gestiones que posibilitaron la obtención del predio donde está emplazado el campo deportivo de la entidad.

Abalí González

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