Siempre que le dieron la chance lo hizo bien. Nicolás Blandi está tocado por la varita mágica Xeneize. El delantero estuvo a punto de irse en enero, pero se quedó y se ganó la titularidad en la Copa Libertadores. Por él, hoy Boca consiguió un triunfo vital que lo deja a un pasito de los octavos de final. Fue 1 a 0 ante Barcelona, en la Bombonera. Si mañana Nacional derrota a Toluca, el equipo de Bianchi sellará su pase a la próxima ronda.
Boca lo hizo bien. No sufrió ante un rival muy inferior, que se dedicó a pegar y a entorpecer el juego en los 90 minutos de partido. Algunos aspectos positivos del Xeneize: el funcionamiento colectivo del Xeneize, de a ratos, mejoró. Riquelme fue el eje y el Burrito Martínez se sintió más cómodo con la presencia del 10. Blandi (¿mano intencional?) puso en ventaja a su equipo en el primer tiempo.
Lo de Boca en defensa fue pobre otra vez. Es cierto que el nivel en general del equipo bajó en el complemento, pero los cuatro del fondo tuvieron que luchar y mucho para despejar los centros del Barcelona. Todo lo bueno que hizo en el primer tiempo lo tiró a la basura: el Xeneize regaló el protagonistmo y terminó pidiendo la hora. El árbitro Ricardo Márques Ribeiro no cobró un clarísimo penal de Caruzzo.
El Xeneize consiguió su primer triunfo de local en la Copa. Un triunfo que lo deja como único líder del Grupo 1 y a un paso de meterse en la próxima instancia del torneo. El 17 de abril, en México, enfrentará a Toluca.

TN