Nos dejó Julio Ernesto Vila, un ícono del periodismo deportivo nacional
El boxeo, su especialidad favorita a lo largo de toda su existencia, está de duelo. El domingo pasado, murió Julio Ernesto Vila, el viejo maestro del periodismo deportivo de nuestro país, nacido en la ciudad cordobesa de Villa Dolores hace 74 años, más exactamente el 18 de junio de 1938. A los siete años se trasladó a la ciudad de Buenos Aires, donde desarrolló una prolífica y excelente carrera profesional, trabajando en diversos medios de comunicación, entre ellos las revistas “KO Mundial” y “El Gráfico” y una gran cantidad de emisoras radiales.
También estuvo aportando sus amplios conocimientos en la materia en el ciclo televisivo “Boxeo de Primera” que emitía TyC Sports, junto a Osvaldo Príncipi, incursionando además en los canales Nueve y Telefé, y concretando una colección de fascículos semanales denominada “Veinte Campeones y una Leyenda, entre los años 1996 y 1997. En un costado más humorístico, supo participar del ciclo popular “Súper Mingo”, junto a Juan Carlos Altavista.
Osvaldo Príncipi, uno de sus principales compañeros, lo recordó en declaraciones televisivas: “Es un día personal y familiar de duelo. Julio fue mi mentor en lo que fue el boxeo, un crítico de vida y periodismo, un auténtico referente. Fue infaltable, un hombre de cada momento. Nos conocemos desde 1972. Fue el capitán de “Boxeo de Primera” a partir de 1993”. Luego agregó: “Fue un amante de la perfección informativa. Le aportó jerarquización e investigación al mundo del boxeo. Tenía mucho criterio, concepto y compromiso. Con él se va un periodista único. Se fue el historiador boxístico latinoamericano de todos los tiempos”.
Vila, quien anduvo por Catamarca en cuatro o cinco oportunidades, la primera de ellas en calidad de invitado especial del Círculo de Periodistas Deportivos de Catamarca (CPDC), durante la gestión del desaparecido colega local Daniel B. R. Lozada, fue uno de los contactos que tuvo el expromotor Rafael Abel Maldonado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la década del ochenta, cuando éste último trataba de conseguir una oportunidad mundialista para el mosca catamarqueño Hugo Rafael Soto.
Desde su salida de la señal de cable, en 2007, Vila se fue alejando de los medios. “Me fui del boxeo porque ya no toleraba más la basura que trasmitíamos”, indicó en su momento este destacado periodista deportivo, quien en más de una ocasión sostuvo que tenía “paladar negro” a la hora de ver las peleas.
Clasificador del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en lo que respecta a Sudamérica, supo darles una mano a los argentinos que se ubicaban entre los diez o veinte mejores del mundo, aunque tuvo algunos encontronazos con algunos de ellos, entre ellos el mendocino Hugo “Pajarito” Hernández, quien lo acusó públicamente de favorecer sólo a ciertos trabajadores del ring.