Racing le ganó a Tigre y se acerca a la Sudamericana

Con goles de Bruno Zuculiini y Luis Fariña, la “Academia” superó 2 a 0 al “Matador” de Victoria.
sábado, 11 de mayo de 2013 00:00
sábado, 11 de mayo de 2013 00:00

Con un clima fervoroso y alegre la Academia se presentó en el Presidente Perón con los mismos “jóvenes” que ilusionan a todos los fanáticos del buen fútbol. Concentrado desde el minuto cero, el equipo de Luis Zubeldía salió a la cancha a buscar los tres puntos desde el inicio y, a los 120 segundos de iniciado el espectáculo, Rodrigo De Paul desbordó por el sector derecho de la defensa rival y con un preciso centro asistió a Bruno Zucuñini, quien desde el borde del área chica marcó el 1 a 0 para el delirio de la Guardia Imperial.

Recién a los 16 minutos, Tigre logró responder los ataques “albicelestes” con una aparición de Martín Galmarini. Tras un flojo despeje de Matias Cahais, el volante agarró la pelota de lleno, pero su remate se terminó yendo por encima del travesaño. El golpe a golpe era una atracción que no daba lugar a las distracciones defensivas.

Con el transcurrir de los minutos, los conducidos por Néstor Gorosito se fueron acomodando en el terreno de juego y a los 28 de la primera etapa, el “Matador” tuvo la oportunidad más clara para llegar al empate: tras un córner, Mariano Echeverría ingresó sólo por el segundo palo y a dos metros de la línea de gol disparó ante la integridad de Saja. A puro reflejo, el arquero local logró desviar una pelota que tenía destino de red.

Diez minutos más tarde Tigre acorraló a Racing contra su propio arco y la “Academia” sufría cada vez más, porque veía que no podía sostener la ventaja. Matías Pérez García ingresó al área a pura guapeza y luego de dejar en el camino a cuatro defensores, hizo temblar el travesaño que defendía Sebastián Saja. El ruido al metal paralizó a un equipo que lo único que deseaba era la finalización del primer acto.

El descanso le vino muy bien a Racing, porque ni bien comenzó el segundo tiempo, Luis Fariña recuperó la pelota en la mitad de la cancha y luego de dos regates quedó mano a mano con Javier García, pero esta vez el arquero se quedó con el duelo. El cambio de actitud demostraba cómo las palabras de Zubeldía daban resultado en la performance del equipo.

Cuando faltaban 15 para el cierre del encuentro, Tigre volvió a generar una ocasión para demostrar que en el fútbol no existe la justicia. Un doble cabezazo adentro del área local imaginaba la concreción de la fórmula básica del deporte. Pero esta vez, la consigna fue la excepción, porque si bien Ezequiel Maggiolo le apuntó el frentazo al arco, Fernando Ortiz puso el pecho y despejó a la caprichosa de la zona de peligro.

En contraposición, la falta de definición en los de Avellaneda le brindaba más suspenso a un encuentro que, a pesar de la falta de goles, se cargaba de emociones. El pase de Fariña a Centurión no fue suficiente para que “Ricky” remate el duelo. Si bien su disparo pudo superar la resistencia de Javier Garcia, Norberto Paparatto consiguió desactivar la acción cuando el grito del “Wachiturro”, ya se empezaba a escuchar en las tribunas.

El alivio llegó a los 46 minutos del complemento. A pesar de la angustia, el sufrimiento y el cansancio, Luis Fariña logró meterse en el área y tras varios amagues, introdujo la pelota entre las piernas de Javier Garcia. El 2 a 0 dejó a Tigre de rodillas y a Racing cada vez más cerca de cumplir el objetivo de clasificar a la Copa Sudamericana.

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