River Plate festejó este sábado sus 112 años de vida y el 75 aniversario del Estadio Monumental, con distintas muestras, placas conmemorativas y hasta con un mensaje alentador del entrenador Ramón Díaz, quien afirmó que da la vida por el club de Núñez y su gente.

La jornada comenzó con un acto en Avenida Del Libertador y Tagle, donde entre 1923 y 1937 River tuvo su estadio antes de mudarse a Núñez. Allí, el vicepresidente Diego Turnes descubrió una placa conmemorativa.

Esta iniciativa fue impulsada por el diputado porteño, Fernando de Andreis, quien encabezó el evento en las emblemáticas calles de la Ciudad. La placa se colocó en cumplimiento de la norma que aprobó la Legislatura para dejar constancia de esta referencia histórica de la identidad riverplatense.

Por la tarde, el presidente Daniel Passarella encabezó ciertas muestras de disciplinas en el Monumental, como de tango, y terminó la jornada en el Museo, donde, junto con el delantero franco argentino David Trezeguet, se presentó una serie de 80 camisetas históricas de colección de River.

Passarella junto con otros dirigentes descubrió en el estadio una placa con motivo de su cumpleaños 75.

Además, en el interior del Monumental, con las bandejas superiores abiertas y cubiertas de público de las plateas San Martín y Belgrano, se proyectó un video institucional con la historia del club.

Por último, Ramón Díaz dejó su mensaje de alegría por el aniversario del club por intermedio de la página oficial. "Doy mi vida por River y su gente", resaltó el riojano, que afirmó que el Monumental "es lo más grande".

Este domingo, y también con motivo de los festejos de los aniversarios, el equipo de River saldrá a jugar ante Atlético de Rafaela con una camiseta especial, negra, con la inscripción en el pecho de los 75 años de vida de su emblemático escenario.

La fiesta de River finalizó este sábado con fuegos artificiales, que iluminaron el barrio de Núñez, que este domingo intentará gozar con una nueva victoria para seguir prendido en la lucha por el título en la competencia doméstica.