Boxeo

A 15 años del Título Mundial de Hugo Soto

Fue el único deportista catamarqueño que consiguió llegar a lo más alto del mundo.
martes, 28 de mayo de 2013 00:00
martes, 28 de mayo de 2013 00:00

Hoy, 29 de mayo, el destacado boxeador catamarqueño Hugo Rafael Soto recordará la obtención de la corona mundial de la categoría mosca, versión de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), concretada en 1998 en la ciudad de Las Vegas (Estados Unidos). Se cumplen, exactamente, quince años de la victoria frente al venezolano José Bonilla, en dictamen dividido de los tres jurados de la pelea. Dos de ellos lo vieron ganar al argentino, mientras que el restante favoreció en su tarjeta a Bonilla.
Nuestro púgil estuvo conducido desde uno de los rincones por el hace poco desaparecido Roberto Alejandro Mema, entrenador mendocino que se había radicado en San Fernando del Valle de Catamarca, tras echar anclas por estos lados, debido a cuestiones laborales. En diversos medios nacionales que estuvieron presentes en Las Vegas, se podía leer al día siguiente que “en Catamarca será difícil olvidar la carga de adrenalina previa a la lectura de la última tarjeta, la que sentenció que uno de sus hijos, Hugo Rafael Soto, era el nuevo campeón mundial de los moscas de la Asociación (AMB). Es que hasta ese momento muy pocos creían que el fallo, polémico por cierto, dictaminaría que José Bonilla resignaría el cinturón y que Soto se convertiría en el campeón número 21 nacido en la Argentina”, siguiendo el camino triunfal que iniciara el espectacular mendocino Pascual Pérez, en el lejano Japón, al batir sin atenuantes al local Yoshio Shirai el 26 de noviembre de 1954.
La pelea tuvo un desarrollo intenso, donde Bonilla se mostró más claro en ataque y dominó con comodidad en la primera parte. Aunque le faltó contundencia en sus intentos. En el quinto round, el venezolano produjo un corte sobre el ojo izquierdo del retador. Mientras que Bonilla planteó la pelea para conservar las ventajas obtenidas hasta el momento, tratando además de profundizar con sus ataques la herida del catamarqueño, Soto sacó a relucir su guapeza y la buena condición física. En el noveno round, el argentino conmovió al venezolano con un gancho de izquierda, aunque no llegó a derribarlo. Hasta el epílogo del combate, ambos boxeadores alternaron el dominio. Y cuando todo indicaba que Bonilla retendría por cuarta vez el título mosca de la AMB, los jueces dividieron el fallo, dos de ellos declarando como nuevo campeón a Soto, que hasta ese momento registraba un récord de 50 victorias (33 nocaut), 5 derrotas y 2 empates.
“Estoy muy orgulloso. Este título es para Catamarca y para toda la Argentina”, fueron las primeras declaraciones de Soto como campeón allá, en Las Vegas. Y terminó dedicando el título para la delegación que lo acompañó a Estados Unidos, su familia y, por supuesto, a sus numerosos hijos. Y en esta ciudad, donde Soto nació el 16 de agosto de 1967, se prolongaron los festejos hasta la madrugada del sábado 29. A casi diez años de su debut en el profesionalismo y luego de mucho perseverar, “El Chueco” Soto por fin pudo cumplir con su sueño mundialista. Antes habían sido tres sus intentos frustrados por obtener la corona. En agosto del ‘94, ante el ruso Yuri Arbachakov por el título mosca del Consejo; dos años más tarde, ante el estadounidense Johnny Tapia por el supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), y en junio del año 1997, ante el tailandés Samsom Dutchboy Gym, por el supermosca de la poco reconocida Federación Mundial de Boxeo (FMB).
Es justicia total, imposible olvidarse de que, además de Roberto Alejandro Mema, en el cuerpo técnico para el choque con Bonilla, estuvieron Jorge Oscar Martínez (ayudante técnico) y José Luis Ferreyra (sparring). Los alocados e inmanejables festejos de sus fanáticos seguidores influyeron negativamente en el ánimo del excelente púgil del barrio Los Ejidos, que por espacio de diez meses se borró de los escenarios de la especialidad, por diferentes motivos. Convencido, a duras penas, de que debía continuar con su carrera deportiva, Hugo Rafael Soto acepta enfrentarse con otro venezolano, Silvio “Leo” Gamez, en una especie de unificación de las coronas titular y en receso de la división. De este modo, el 13 de marzo de 1999, en el nuevo estadio Madison Square Garden de Nueva York (Estados Unidos), Gamez noqueó al catamarqueño en el tercer round. Principio del final, que le obligó a colgar los guantes, dedicándose hoy a la dirección técnica.

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