Sin dudas, no era lo que esperaba Santiago Phelan, porque si bien Los Pumas se quedaron con el triunfo en el último de los tres amistosos de esta ventana internacional, lo hicieron con una producción que dejó más dudas que certezas. El 29-18 sobre Georgia en San Juan obliga a pensar en la obligación de mejorar para afrontar de la mejor manera su segunda participación en el Rugby Championship.

El seleccionado europeo, al que Argentina ya había vencido en las dos últimas Copa del Mundo, se fue al descanso con una ventaja de 12-9, desnudando las carencias ofensivas del seleccionado nacional. Para la segunda parte, Los Pumas aumentaron la intensidad, tomaron la iniciativa y la ventaja en el marcador y mantuvieron el resultado con una defensa que mostró pocas fisuras.

Claro que ante un rival de menor calibre, 16° en el Ranking de la IRB, debieran haberse visto más y mejores variantes en ataque. De hecho, hasta el final todos los puntos habían llegado todos de los pies de Martín Bustos Moyano, en un trámite con varios errores de manejo, mucho desorden e infracciones reiteradas. Pero cuando apenas quedaban cuatro minutos en el cronómetro, el medio scrum Tomás Cubelli aprovechó una desatención de la defensa georgiana y vulneró el ingoal con una buena corrida para el único try de la tarde.

Así, antes de partir rumbo a Pensacola a realizar la durísima preparación de cara al Rugby Championship, Los Pumas vencieron 29-18 a Georgia en San Juan para cerrar de modo positivo una trilogía de amistosos que dejó cierta preocupación en el cuerpo técnico de Phelan.

TyC