Desde el puntapié inicial se hizo evidente el dominio territorial logrado por el local, que – como sabemos – cuenta sobre todo en el medio campo, con jugadores dúctiles en el manejo del balón, y por consiguiente marcan diferencias en los sectores vulnerables del oponente. Así fue que Miguel Córdoba se ubicó de “8” para ayudar al “Doc” Soria y dejar con libertad de movimientos a “Richard” Santillán que, como es costumbre, mostró la excelencia de sus entregas milimétricas y “los pelotazos” certeros y profundos que tuvieron como destinatario especialmente “al santiagueño” Cáceres, pero que también “ligaban” Hugo Olmos y Ángel Rivera.
Con ese esquema y sin tener inconvenientes en el sector defensivo, el local comenzó a sumar ocasiones de abrir el marcador, que se hubiesen concretado desde el mismo inicio, de no ser por la “brillante tarea” de Raúl López (teléfono para Pawlowsky, DT del seleccionado de la categoría para el Nacional), que indistintamente fue abortando toda posibilidad de gol, ya sea en los pies de Cáceres, de Hugo Olmos, de Miguel Córdoba, que intentó con remates de media y larga distancia, quebrar la férrea resistencia del “1”.
Con ese argumento soportó la visita el transcurso de la primera etapa sin que su valla fuera vulnerada, y tuviera la ocasión de pergeñar alguna estrategia que pudiera revertir la situación, durante el descanso, aunque no tenía “gente de refresco” (Juan Paredes ya había ingresado por el lesionado Enrique Varela) que le diera esperanzas de cambio.
El complemento “pintaba” igual, con la diferencia de que Nino empezó a “atreverse” un poco mediante el empuje de Juan Salcedo, que tomó “la lanza” y empujó a su equipo a provocar algunos avances que fueron sucesivamente neutralizados por la escalonada marca que implementaban Córdoba, Aibar y Benigno Rubio por una banda y Jorge Álamo (se retiró lesionado), Ángel Rivera, que bajaba unos metros para ayudar, y Juan Bracamonte. Paredes dio bastante trabajo a la defensa “carpintera” en el primer parcial, pero en el siguiente ya se lo vio cansado, entonces Salcedo, que ganaba espacios en el terreno, llegaba a un punto donde no encontraba compañeros que lo secundaran y terminaba chocando con los defensores locales.
Hasta que llegó el fatídico momento en que el propio Salcedo se encontró con una desinteligencia junto a Walter Carrizo, que descolocó a López y aprovechó Olmos para convertir con el “puntín” del zapato. Era justicia por todo lo mostrado por el local, que siguió bregando por aumentar, a la vez que agigantaba la figura de Raúl López, que tuvo que sufrir la segunda caída ante una “apilada” fenomenal de Rivera, que dejó a cinco rivales en el camino.

Síntesis
MADERERA C. 2
NINO CLUB 0

Maderera: Néstor Romero; Luis Tula, Juan Bracamonte, Benigno Rubio y Jorge Álamo; Miguel Córdoba, César Soria y Ricardo Santillán, Carlos Cáceres, Hugo Olmos y Ángel Rivera.
Nino: Raúl López; José Herrera, Juan Salcedo, Enrique Varela y Walter Carrizo; Víctor Castro, Rubén Martoccia y Pedro Soto; Francisco Aráoz, Pedro Suárez y Ramón Avellaneda.

Goles: Hugo Olmos y Ángel Rivera (MC). Cambios: Julio Aibar por Luis Tula (MC); Juan Paredes por Enrique Varela (NC). Árbitro: Walter Valdez. Cancha: SUTIAGA.