Las sensaciones post partido Estudiantes 3 – Policial 1, son varias. Lo primero que hay que decir es que si el juego hubiese terminado con un gol de diferencia, estaba bien. Pero si el “Verde” hacía uno más, también estaba bien. Demostró un poder de fuego importante el equipo puntano, que hizo tres y generó varias más, yendo siempre al frente.
Estudiantes juega de memoria: Gallardo es el armador, y Daniel Quiroga, Agüero y Garro sus acompañantes, y entre los cuatro generan el fútbol. Los delanteros Gatto y Moreira Aldana son referencia, siempre exigiendo centros, ya sea para rematar o generar segundas jugadas. Hacen su trabajo al pie de la letra. Es por eso que propone vértigo el “Verde”, que contra “Poli” el domingo fue quien más posesión de pelota tuvo.
Los laterales, especialmente Vallejos, son elementales en su juego. Cuando Policial se refugió en su campo recibió dos goles, más un tiro en el palo y un mano a mano de Moreira Aldana detenido por la “Tota” Salvatore.
Y cuando salió a jugar de igual a igual, sin el respeto del primer tiempo, incomodó a Estudiantes. Aunque le hicieron un gol más. De las dos fórmulas, la más adecuada igualmente parece ser la segunda.
Céliz y Arrieta mostraron mucha fortaleza en defensa, siempre con el apoyo de Gallardo, que es un tercer central cuando lo atacan a Estudiantes. Marca el equilibrio que contrarrestan las subidas de los persistentes laterales.
Si se quiere, el menos “brillante” del domingo pasado fue el arquero Brasca, que tuvo muy poca actividad, y que poco tuvo para hacer en el gol del “Pica” Fernández, que puede tomar mucho valor según lo que pase el domingo en la segunda final. Así jugó Estudiantes, que es un gran equipo. Aunque las sensaciones positivas siguen siendo más que las otras.

Martín Noriega
Enviado especial de
El Esquiú.com y Canal 5