Belo Horizonte, blindada para recibir Brasil-Uruguay

La Policía de Minas Gerais avisó que no puede resguardar la seguridad y pidió la suspensión. La FIFA obliga a jugarlo.
martes, 25 de junio de 2013 00:00
martes, 25 de junio de 2013 00:00

Marcio Lacerda, prefecto de Belo Horizonte, decretó feriado municipal para este miércoles cuando se juegue la semifinal de la Copa Confederaciones entre Brasil y Uruguay en el estadio Mineirao. A la hora del partido, se espera que unos 100.000 manifestantes salgan a reclamar por los gastos del Mundial, y el ejército saldrá a la calle para evitar desbordes.

El diario Estado de Minas aseguró que Defensa Civil, los hospitales y demás servicios esenciales funcionarán con normalidad y que el transporte público será reducido a horarios de domingo. Además, la Cámara de Comercio de Belo Horizonte aseguró que sólo panaderías, supermercados, farmacias, estaciones de servicio y restaurantes podrán abrir, pero deberán pagar el doble a sus empleados.

Las autoridades de Belo Horizonte temen nuevos enfrentamientos entre civiles y uniformados, y la Policía no garantiza la seguridad de quienes concurran al partido, luego de que el pasado sábado, cuando se enfrentaban Japón-México, unas 70.000 personas protestaran en las afueras del estadio y se registraran los hechos más violentos desde el inicio del torneo.

La Comisión para Prevención de Violencia en Manifestaciones Populares recomendó a Antonio Anastasia, gobernador de Minas Gerais, que cancele el juego. Pero la FIFA y la organización brasileña lo descartaron de raíz.

Antes del gran clásico del fútbol mundial entre Brasil y Uruguay, el foco principal está puesto fuera del campo. Los manifestantes no cesan su pedido por mejoras en las condiciones diarias de vida, hacen visible su reclamo en las distintas ciudades del país y prometen no callar hasta encontrar respuestas.

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