Mundiales, Copa América, Liga española, Scudetto y Champions League eran los títulos más importantes que ostentaba Ronaldinho. Eso hasta ayer, ya que el volante junto a Atlético Mineiro vencieron a Olimpia de Paraguay en la final de la Copa Libertadores y alcanzaron por primera vez el certamen más importante del continente.
El estadio Mineirao de Belo Horizonte fue testigo de un vibrante duelo que los locales ganaron 2-0 y forzaron el alargue y posteriormente la definición por penales, instancia en la que el “Gallo” no falló, aprovechando los errores de Herminio Miranda y Matías Giménez para estructurar el 4-3 definitivo desde el punto de cal, que les permitió alzar la Copa por primera vez.
Al compromiso decisivo en suelo brasileño el cuadro guaraní llegaba mejor posicionado al haberse impuesto 2-0 en el duelo de ida en Asunción. Y parecía que todo marchaba según lo estipulado por el técnico Ever Almeida pues sus pupilos se pararon de forma sólida en su zona y anularon a “Dinho” y compañía, quienes sólo se limitaron a tirar centros al área.
Incluso, los guaraníes tuvieron de contra en los pies de Freddy Bareiro y Alejandro Silva los tantos con que pudieron sentenciar la serie, pero los nervios y la buena noche del arquero Víctor evitaron una debacle para los locales.

UN NUEVO AIRE

Las caras largas abundaban en el recinto que albergó la finalísima tras la primera parte, pero Cuca hizo que sus muchachos salieran con otra disposición al segundo acto. Actitud que tuvo sus frutos tempranamente: Minuto 47 y Jó devolvió la ilusión a los torcedores al encontrarse con un rebote en el punto penal y vencer con un derechazo bajo la resistencia del portentoso Martín Silva, que a lo largo de la noche salvó una y otra vez a su equipo.
De ahí en más siguieron buscando y, pese a que el Rey de Copas paraguayo tuvo alguna otra ocasión para correr mejor suerte, los simpatizantes de Mineiro debieron esperar hasta el último suspiro para el desahogo. A los 87’, dos minutos después de la expulsión del paraguayo Julio Manzur por doble amonestación, Leandro Silva con un cabezazo a contrapié del arquero mandó la serie al alargue.
En los 30 minutos de prórroga los equipos no se hicieron daño y debieron definir todo desde los 12 pasos. Para Mineiro convirtieron Alecsandro, Guilherme, Jó y Leandro Silva, mientras que para los guaraníes marcaron Ferreyra, Candia y Aranda, en tanto que Miranda y Giménez marraron sus disparos.
Con este resultado, por cuarto año consecutivo un equipo brasileño se consagra en el certamen más importante de América y a Ronaldinho sólo le falta obtener un Brasileirao para coronar su magnífica carrera, en la cual también puede contar que en 2005 fue elegido como el Mejor Futbolista del año.