El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ganó por primera vez el Gran Premio de Alemania de Fórmula 1, en el circuito de Nurburgring, consolidando su liderato del campeonato de pilotos por el cuarto puesto de su escolta, el español Fernando Alonso (Ferrari).

El vigente triple campeón mundial se impuso en la novena carrera de la temporada al finlandés Kimi Raikkönen y al francés Romain Grosjean.

Vettel partió desde la primera fila, junto al poleman Lewis Hamilton, y acabó la carrera con apenas un segundo de ventaja sobre RTMikkönen, firmando así su cuarto triunfo de la temporada y el trigésimo de su carrera en Fórmula 1.

Con un sol fuerte que elevó la temperatura en pista a 42 grados, tras 60 vueltas infartantes, Vettel impuso su ley como en Barhéin, donde también había terminado primero por delante de los dos Lotus, en ese mismo orden.

Cuatro días después de cumplir 26 años, Vettel se regaló un triunfo en casa resistiendo hasta el final los asaltos de RTMikkönen, campeón mundial en 2007 que le puso el triunfo en duda hasta el final.

"Todo el mundo esperaba que gane, pero no nosotros, por lo que es muy lindo haberlo hecho. Me sentí muy apoyado por los aficionados, sobre todo cuando Kimi me atacó al final de la carrera", afirmó Vettel.

El alemán aprovechó que su gran rival en la lucha por el título, Fernando Alonso, no pudo entrar en el podio, pese a haber hecho una buena carrera tras salir desde la cuarta línea de la parrilla de largada.

De esta forma, el asturiano, que quedó cuarto este domingo en el circuito alemán, cedió 13 puntos respecto a Vettel en la clasificación del mundial.

Sus otros grandes rivales del momento, Hamilton y Nico Rosberg, usaron demasiado las gomas de las Flechas de Plata para mezclarse en la cabeza de carrera, pero al final no lo lograron y terminaron mucho más abajo.

"La escudería hizo una estrategia genial, ataqué la mayor cantidad de veces posible e intenté no estropear demasiado los neumáticos. El auto de seguridad redujo bastante la brecha con los Lotus, que iban muy rápido, pero finalmente eso funcionó", explicó Vettel.

"Iceman" Raikkonen, que se mostró con poco humor en la conferencia de prensa por no haberse alzado con el triunfo, reconoció que "poner los dos autos sobre el podio, pese a no haber ganado, es un buen resultado para la escudería".

Como punto saliente de la carrera cabe mencionar la neutralización que sufrió una vez, con el auto de seguridad de la vuelta 25 a la 30, debido a la mala colocación del Marussia del francés Jules Bianchi, que rompió motor y comenzó a incendiarse en el medio de la pista.

El tema que más preocupaba a los organizadores y pilotos, los pinchazos de neumáticos, después de los cinco reventones que se vieron el domingo pasado en Silverstone, donde ganó Nico Rosberg, esta vez no dio un dolor de cabeza a nadie, tras las medidas tomadas por el fabricante Pirelli.

Aunque sí hubo un pequeño incidente con una goma: en los boxes una rueda mal fijada sobre el Red Bull de Mark Webber salió volando por el aire y le pegó a un camarógrafo británico. Éste, consciente, enseguida fue transportado en helicóptero al hospital de Coblence para efectuarle exámenes clínicos. La escudería Red Bull fue por ello multada con 30.000 euros.

"Pirelli hizo un buen trabajo, en dos días, para darnos los neumáticos traseros reforzados", dijo Vettel. "Estamos todos contentos, todos los pilotos, de estos neumáticos. El hecho de que los mismos convienen más o menos a algunos autos es secundario", estimó Vettel, subrayando las normas de seguridad como una prioridad en la Fórmula 1.

Cuando restan 10 carreras de la temporada 2013, el alemán le lleva 34 puntos de ventaja a Alonso. Otro motivo más para festejar en el jardín de su casa y soñar con el tetracampeonato mundial.