El choque entre Bolivia y Ecuador tuvo una gran importancia para comenzar a definir a los clasificados para la próxima Copa del Mundo. Si bien, los locales no llegaban con chances para acceder a la cita mundialista, una victoria complicaba a los ecuatorianos y depositaba a la Argentina y a Colombia en Brasil 2014.

Durante los primeros 45 minutos el que tuvo toda la iniciativa fue Bolivia. A través de Alejandro Chumacero, Rudy Cardozo y Juan Arce, los conducidos por Xabier Azkargorta exigían constantemente a Alexander Domínguez. Teniendo como principal argumento los remates de larga distancia.

En el complemento, las amenazas acontecidas durante la primera etapa se llevaron a cabo: el joven Jaime Arrascaita Iriondo llegó hasta el borde del área grande para desenfundar un derechazo cruzado que terminó en el fondo de la red. La débil respuesta del arquero visitante fue esencial para la concreción boliviana. El tanto fue tan festejado que se unieron en el grito los colombianos y argentinos que seguían al cotejo desde sus respectivas concentraciones.

El golpe no generó ninguna reacción en el equipo de Reinaldo Rueda, ya que un disparo de Marcelo Martins al travesaño y otro del propio Arrascaita al poste mostraban la vulnerabilidad de Ecuador. Pero en una escapada, que parecía no traer ningún riesgo para los locales, Ronald Raldes cayó adentro del área y tocó la pelota con la mano. De este modo, Paulo César De Oliveira no tuvo en cuenta la intención del jugador y sancionó la pena máxima. Desde los 12 pasos Felipe Caicedo transformó el penal en gol e ilusión con el pasaje a Brasil 2014.