Vélez tenía una última oportunidad. Debía treparse el tren, porque ya no pasarían otros. Enfrente, un rival duro como Rafaela, que quiere engrosar su promedio de cara al final de la corriente temporada. Sin embargo, la jerarquía de los locales prevaleció desde el primer minuto, cuando comenzaron a manejar la pelota de manera criteriosa y precisa. La Crema esperaba en su campo, atento a alguna posible contra.

Pero nada de eso ocurrió porque los delanteros del Fortín estuvieron en una de esas noches que lucen imparables. Apenas pasados los 10 minutos, Mauro Zárate demostró que sería una pesadilla para los santafesinos, poniendo un excelente centro que Héctor Canteros no pudo empujar a gol. Se veía venir, y finalmente llegó. A los 21, Canteros bancó una pelota divida y Lucas Pratto se llevó la pelota a pura velocidad, para definir por lo bajo ante la salida de Conde. 1-0, merecidísimo. Dos minutos después, Zárate le quemó las manos al arquero uruguayo en otro mano a mano. A los 30, Cubero apareció solo para cabecear y puso las diferencias reales entre uno y otro. Estaban 2-0 y olía goleada.

El tercero tardó en llegar porque Mauro no pudo convertir un penal que a él mismo le convirtieron; bien Conde yendo sobre su derecha. En la segunda mitad, apenas duró 15 minutos la resistencia de Rafaela, ya que luego de una enorme habilitación de Pratto, Zárate se cobró revancha y puso el 3-0. Con ese gol, Vélez se relajó y Rafaela aprovechó para descontar, por medio de un cabezazo del ingresado Federico González, a los 18.

Los santafesinos apretaron hasta donde pudieron, pero Vélez, con oficio, se lo terminó llevando, ganándose los aplausos de toda su gente. Para cerrar la función, Leandro Desábato aprovechó un rebote que quedó luego de un choque entre Copete y Conde. Habrá que ver si los de Gareca encuentran la regularidad. Si es así, se transformarán en uno de los candidatos más serios en este torneo Inicial.