Boca Juniors, finalista de la Copa Libertadores por undécima vez en su historia, recibió un favor del Palmeiras de Brasil, rival al que le dio el último empujón para instalarse en la histórica definición del máximo torneo sudamericano ante River Plate.
Como en la época de Carlos Bianchi, el equipo de Guillermo Barros Schelotto dio cuenta del conjunto paulista, que como curiosidad del destino volvió a tener a Luiz Felipe Scolari en el banco de suplentes.
Ambos coincidieron en el Grupo 8, que Palmeiras se adjudicó con un saldo a favor en sus enfrentamientos con el “Xeneize”: 1-1 en el Allianz Parque y 2-0 en La Bombonera.
Boca había debutado con un empate sin goles ante Alianza Lima en Perú y luego le ganó a Junior de Barranquilla de local (1-0) y empató con el mismo rival en Colombia, donde una derrota lo condenaba a la eliminación.
Así, el equipo del Mellizo llegó a la última fecha en el tercer puesto, siete debajo de Palmeiras -ya clasificado- y uno respecto de Junior, que de ganar en San Pablo hubiera dejado sin chances al conjunto argentino.
Boca goleó 5-0 a Alianza Lima en La Bombonera y como Palmeiras derrotó 3-1 a los colombianos obtuvo la clasificación como segundo de su zona.
Ya en fase final, el hexacampeón sudamericano despachó a Libertad de Paraguay en octavos de final, a Cruzeiro de Belo Horizonte en cuartos hasta que volvió a cruzarse con Palmeiras, el equipo de mejor récord en la instancia de grupos.
Una noche mágica de Darío Benedetto le permitió obtener una decisiva ventaja de 2-0 en el primer partido como local y en la revancha selló el pasaporte a la final con un empate 2-2 que registró tantos de Ramón “Wanchope” Ábila y nuevamente del “Pipa” Benedetto.
Una vez más festejó Boca ante el “Verdao” como en la final de la edición 2000 y en las semifinales del año siguiente, ambas con Bianchi como director técnico.

Habrá mil policías en La Bombonera 

La Bombonera, escenario de la primera final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate, abrirá sus puertas a las 13.00, cuatro horas antes del inicio del partido, de cuyo operativo integral de seguridad participarán unos 1.000 efectivos policiales.
El dispositivo se activará en horas de la mañana en los alrededores del estadio y también incluirá un refuerzo en las adyacencias del Monumental de Núñez, donde los hinchas de River tienen previsto realizar un banderazo de apoyo al plantel antes de partir hacia La Boca.