En la noche del viernes, el nombre del boxeador Hugo Soto volvió a ser coreado por cientos de personas. Sucedió cuando en la Cena y Premiación del Deporte 2018 que organizó el Círculo de Periodistas Deportivos de Catamarca (CPDC) le pidieron que suba al escenario mayor para recibir una distinción especial, al cumplirse 20 años de haber conquistado un título mundial.
Una vez que se subió a las tablas y fue invitado a hablarles a los presentes, la emoción le ganó la voz y apenas pudo agradecer el reconocimiento. Luego comenzaron a llover los aplausos. Cuando bajó del escenario, mientras se dirigía a su mesa, escuchó cómo su nombre se había apropiado del predio de UTHGRA. Algunos lo saludaron, otros le dieron un abrazo y no faltaron aquellos que querían tomarse una foto con él, y Soto accedió de buena manera.
Más tarde, cuando finalizó la premiación, Hugo brindó una entrevista a los medios y comentó que lo “sorprendieron (con la distinción): “No soy de llorar nunca, pero me hicieron aflojar. Es lindo que te sigan reconociendo, te hace sentir vivo”.
Soto remarcó: “Nunca le di importancia (al título mundial), nunca llegué a (tomar) dimensión de lo que yo he logrado deportivamente. Un título del mundo para mí es algo tan común. Uno tiene que transpirar muy mucho para llegar a eso”.
“Muchos me dicen: ‘Vos seguís siendo el mismo’. A mí no me cambió eso. Gané 12 o 13 títulos en total. Soy el argentino que más títulos ganó hasta ahora en la historia del boxeo, en distintas categorías. Pero nunca me jacté de eso, en ningún momento. Sigo siendo la persona que soy, humilde, sencilla, amigo de todos, quizás eso es lo que la gente reconoce, o el afecto que yo me gané”, consideró Soto.

Una noche de 1998
Hugo Rafael Soto se consagró campeón del mundo el 29 de mayo de 1998, cuando venció por puntos y en fallo dividido al venezolano José Bonilla en Las Vegas (Estados Unidos), logrando el cetro Mosca de la AMB.
El boxeador, contó: “Esa noche tuve una felicidad con miedo cuando me dieron el fallo. Pensaba en Catamarca y pensaba en mi madre, que tenía problemas del corazón. Yo pensaba: ‘Ojalá no se vaya a morir la vieja de emoción’. Después, cuando pasó la pelea, llamé a Catamarca y (preguntó): ‘Mamá, ¿estás bien?” Ella respondió: ‘Sí, estoy bien, mijo’”.

A los pibes

En otra instancia, Soto le pidió a los púgiles de la actualidad “que se dediquen, que se olviden mucho de las cosas malas, porque ahora desgraciadamente la basura está por todas partes”. “Hay chicos con muy mucho futuro pero comienzan a conocer malos amigos y, lamentablemente, quedan en el camino”.