Con mucho esfuerzo y sin lucirse, River Plate se consagró anoche finalista de la Copa Argentina, al derrotar a Estudiantes de Buenos Aires 2 a 0.

Pinola y Palacios hicieron los goles de un millonario que nunca le encontró la vuelta a un durísimo rival, y recién logró liquidar la historia en el último segundo de tiempo agregado, cuando todos los jugadores de Estudiantes -arquero incluido- fueron a jugarse a todo o nada en un tiro de esquina.

Hasta allí, nunca se notó la diferencia de categoría, y si bien River tuvo más la pelota Estudiantes le cerró todos los caminos al arco.
Ahora River tiene por delante la final de la Copa Libertadores ante Flamengo de Brasil y la final de la Copa Argentina, ante el extraordinario Central Córdoba de Santiago del Estero, que hace dos temporadas jugaba en el Federal A con equipos catamarqueños.

Lo curioso es que los santiagueños intentarán a derrotar a River por el título local, pero a la vez rezarán para que el millonario venza a Flamengo.

Ocurre que si River gana la Copa Libertadores, Central Córdoba quedará automáticamente clasificado para la competencia internacional del año que viene.

Párrafo aparte para el ciclo Gallardo, que ya agotó todos los elogios y sigue manteniendo a River en la cumbre del fútbol.