Deporte y Nostalgia

Luis Alberto Lauría, un habitante de las alturas

martes, 26 de noviembre de 2019 00:37
martes, 26 de noviembre de 2019 00:37

Un osado deportista da una clara muestra de lo que es tener nervios de acero. Y no cabe la menor duda porque supo superar todo tipo de escollos hasta llegar a convertirse en un verdadero habitante de las alturas.  Es el caso de Luis Alberto Lauría (“Cacho”, para sus amigos), quien desde muy joven se metió con alma y vida en el paracaidismo deportivo, siguiendo los pasos de quienes fueron los precursores de esta apasionante disciplina aérea en nuestra provincia de Catamarca. Y en forma complementaria, para ratificar que lleva bien adentro su pasión por “tocar el cielo con las manos”, en los últimos años se dedicó al escalamiento de cerros y montañas, llegando a hacer cumbre en el pico más alto de América, el Aconcagua, junto a su hijo Juan Martín y su primo hermano Carlos Enrique. Y para completar sus planes personales, tiene previsto repetir este exigente desafío antes de despedir el 2019, ya que el primero de diciembre cumple sus sesenta jóvenes  años.

Hay que señalar que la historia del paracaidismo local tiene su punto de apogeo décadas pasadas, cuando aún existía el viejo y querido aeródromo del barrio de Choya, enclavado en las cercanías donde hoy se levanta la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa.). Su pista e instalaciones anexas fueron por un largo tiempo epicentro de todas las inquietudes y proyectos de quienes estaban muy ligados a la actividad específica. Fundamentalmente, se bregaba por iniciarse en un deporte que, como todos conocemos, tiene por lema “Con el cuerpo confiado en la tela, puesta el alma en las manos de Dios”.

 RECUERDOS DEL PARACAIDISMO. Una hermosa toma fotográfica captada en el año 1978 en el desaparecido aeródromo de Choya. De izquierda a derecha, parados, Roque Córdoba, Guillermo Dré, Luis Alberto Lauría, José Florit, José Villafáñez, “Nano” Bernardez y Oscar Machado. Hincados: Alberto Rosas y Charly García.

Recordemos que en 1962 varios clubes se encargaron de formar la Federación Argentina de Paracaidismo (FAP), expandiéndose paulatinamente su radio de acción, a lo largo y ancho del país. De esta manera, en el 20 de febrero de 1965, se crea en nuestra provincia el Club de Paracaidistas Catamarca (CPC), que cinco años después comenzó a sentir la notoria influencia originada tras la transformación del histórico Regimiento 17 de Infantería, con asiento en San Fernando del Valle de Catamarca, en el Regimiento de Infantería Aerotransportado 17, el cual tuvo plena vigencia hasta 1984.

CUMBRE EN EL ACONCAGUA. La misión ha concluido con el mejor resultado, cumbre en el Aconcagua. Allí está posando Luis Alberto Lauría con su hijo Juan Martín y su primo hermano Carlos Enrique.  Siempre abrazo a las alturas.

En lo netamente deportivo-competitivo, debe destacarse que el pionero y baluarte indiscutido de esta disciplina fue Antonio Mario  Argerich (“Pucho”), teniendo como compañeros de ruta a Rodolfo Alvarez Parma, Luis Rubén Cordero, Adelino Luis Sáez, Guillermo “Jimmy” Dré, y lógicamente a nuestro entrevistado de hoy en DyN,  Luis Alberto Lauría, de excelente actuación a nivel nacional e internacional, al igual que Dré. Idénticos merecimientos le caben a Carlos Ponce, quien se clasificó campeón en el XXII torneo argentino realizado en Catamarca entre el 26 de julio y el 3 de agosto de 1986.

EN PLENO VUELO. “Cacho” Lauría en pleno vuelo, buscando desplegar toda su capacidad al comando del paracaídas. Objetivo, la mayor precisión en el aterrizaje.

Luis Alberto Lauría  realizó en marzo de 1981 un hecho histórico. En la ciudad de San Isidro, Valle Viejo, efectuó en el cielo chacarero un salto de 1.300 metros de altura. El mismo resultó todo un éxito, ya que con el marco de una verdadera multitud, “Cacho” tocó tierra en los patios de la escuela del lugar. Tampoco hay que olvidar a tres eximios pilotos locales que siempre estuvieron prestos a colaborar al mando de sus aviones, para concretar los saltos de preparación de nuestros paracaidistas: Arnaldo “Tito” de la Colina, Francisco Aparicio, ambos muertos trágicamente en accidentes aéreos, y Raúl Bertero.   Cabe recordar que en el accidente del primero de mayo de 1969, perdieron la vida Aparicio, su pequeño hijo Sergio, el periodista deportivo Fausto “Tito” Zárate, Carlos Bazán y el eximio fotógrafo local Rolando “Chicho” Guevara.

Como no podía ser de otra manera, la vieja casona de la calle Colón 199 de nuestra ciudad (intersección con General Roca), ocupa un lugar preponderante en el historial del paracaidismo lugareño, ya que fue la sede social del Club de Paracaidistas Catamarca. Propiedad de don Hipólito Victorino Rodríguez, sus tres hijos Ramón Vicente, Nicanor Marcial y Roberto Julio fueron entusiastas y capacitados cultores de la disciplina.  Ninguno de los socios del CPC  se olvida que Rodríguez (padre) tuvo un gesto digno de los mejores elogios, cuando en ocasión de que la entidad compró un avión Ranquel 150, puso su propiedad como garantía para concretar dicha operación. Tal vez muy pocos conozcan este gesto de amor e identificación con el deporte de sus amores.

 

Escribe: Leo Romero

 

 

Ficha Personal

Nombres y apellido: Luis Alberto Lauría.

Fecha de nacimiento: 1° de Diciembre de 1959.

Lugar: Departamento Valle Viejo, provincia de Catamarca.

Edad: 59 años.

Padres: José Antonio Lauría y Erminda Eusebia González.

Hermanos: José Salvador, Argentino del Valle, Hugo Antonio, Raúl Edgardo y Susana Beatriz.

Esposa: Claudia Beatriz Valderrama.

Hijos: María Belén, Agustín Alberto, Juan Martín y María Virginia.

Nietos: Kamal, Poyá y Francina.

Hincha en el fútbol: Boca Juniors.

Hobby: Travesías en vehículos 4x4.

Comida preferida: Las pastas.

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