Aníbal Ismael Moreno, el futbolista revelación de la Selección Argentina en el Sudamericano Sub 20 disputado en Chile, tendrá hoy su primer entrenamiento con el primer equipo de Newell’s Old Boys de Rosario. 

A las 9.00, en el complejo deportivo Jorge Griffa de la entidad “rojinegra”, el catamarqueño va a tener su primer contacto con Maxi Rodríguez, la “Pantera” Leal, Mauro Formica y los demás. El entrenador Héctor Bidoglio celebró la actualidad del joven mediocampista y lo va a tener en cuenta en los siete partidos que quedan en la Superliga Argentina de fútbol. Tarea para el ex DT de la Selección de Venezuela va a ser mantener en cauce al chico del barrio Nueva Catamarca en medio de una tormenta de elogios y rumores de traspasos millonarios a Europa. 

Moreno llamó la atención de la argentina futbolera porque todavía no debutó ni entrenó con el plantel de Primera división de Newell’s, habiéndose consolidado como una pieza fundamental del equipo comandado por Fernando Batista que consumó el gran objetivo de clasificarse al Mundial Sub 20.

Nació el 13 de mayo de 1999 en San Fernando del Valle de Catamarca y con 12 años viajó a Santa Fe para incorporarse a la Academia Duchini en Villa Constitución. Un año después se incorporó a las divisiones inferiores de la Lepra, donde se encuentra actualmente y firmó un contrato hasta 2021.

A pesar de no tener una oportunidad en el primer equipo, Moreno fue considerado en todo momento para los entrenamientos realizados con los diferentes entrenadores que tuvo el Sub 20 durante el último año y medio: Sebastián Becaccece, Lionel Scaloni y ahora el “Bocha” Batista. 

Cuando comenzó el 2018, una pubalgia lo tuvo a maltraer. Fueron seis meses en que quedó parado por lesión y sus ilusiones de continuar en el seleccionado se esfumaban.

Pero una vez recuperado, recibió una de las noticias más felices de su incipiente carrera: el llamado para ser sparring en el Mundial de Rusia. Ahí enfrentó a Lionel Messi, Javier Mascherano, Sergio Agüero y otras grandes figuras del seleccionado. Luego de ese viaje, formó parte del equipo campeón en el Torneo L’Alcudia bajo las órdenes de Scaloni, también con un papel determinante.

Este mediocampista mixto con vocación ofensiva e intensidad para recuperar balones, se posicionó como uno de los mejores proyectos futbolísticos de cara al futuro.