El ex All Black Chris Jack desarrolló múltiples actividades deportivas y sociales en Catamarca, en el marco de una capacitación organizada y auspiciada por la empresa minera Yamana Gold- Agua Rica.

Jack, quien jugó casi 70 partidos con la selección de rugby de Nueva Zelanda (All Blacks), forma parte del staff de la Academia Internacional de Rugby de Sudamérica,  institución que lleva adelante un programa de capacitaciones destinadas a clubes locales y de Andalgalá, a partir de una iniciativa de la empresa minera y con el acompañamiento institucional de la Unión Andina de Rugby.

Capacitación a Awkas

Durante su visita a Catamarca, Chris Jack visitó al equipo de rugby del Penal de Catamarca, Los Awkas (Guerreros Valientes), y durante más de tres horas les brindó una capacitación práctica basada en técnicas de destrezas y manejo de pelota.

Acompañaron a Jack los referentes nacionales de la academia, Luis Benard y Claudio Venturino,  y representantes de la empresa Yamana- Agua Rica.

Los visitantes  fueron recibidos por los impulsores del proyecto deportivo en el penal, Pedro Córdoba y Lucas Tadeo.

Los Awkas también recibieron una donación por parte de  la empresa minera, la Academia y la empresa Gilbert: pelotas, camisetas, botines, protectores bucales, etc.

Clínica para entrenadores y seleccionado juvenil

También llevaron adelante otra clínica en el club Los Teros, esta vez de destrezas, destinadas a entrenadores de la Unión Andina de Rugby, al seleccionado juvenil de la Unión y a jugadores y entrenadores de los clubes locales.

Visita al Huaina Huasi

En el final de su estadía en Catamarca, el staff de la Academia de Rugby visitó, por segundo año consecutivo, el hogar Huaina Huasi, que alberga a niños de 6 a 18 años y depende del ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.

El ex All Black ya había visitado, el año pasado, a los niños del Hogar. En aquella oportunidad, la visita a la institución le causó una profunda emoción, por lo que esta vez pidió expresamente volver a ver a los niños para entregarles unos obsequios que trajo especialmente de Nueva Zelanda y a la vez jugar con ellos.
“Es una alegría para mí poder volver a visitar el hogar. La vez pasada, cuando volví a mi país, me llevé conmigo unos dibujos que me regalaron los niños. Mis hijos los colgaron en sus habitaciones y me pidieron expresamente que volviera de visita a este lugar tan especial”, dijo Jack.