El regreso de César Miguel Barrionuevo (66,400 kg), tras su derrota en los Estados Unidos, duró apenas 2m.45s. Ese fue el tiempo que necesitó el catamarqueño para ganarle con un contundente nocaut en el primer round al bonaerense Juan Eleuterio Lencina (64,400), en la pelea estelar del festival “La Joya del Valle, parte II”, que se llevó a cabo el pasado viernes por la noche en el estadio Polideportivo Capital “Fray Mamerto Esquiú”.

La “Joya” Barrionuevo, luego de siete meses de su anterior pelea (derrota por puntos en Nueva York, ante el cubano Yordenis Ugás), volvió a subirse al cuadrilátero y su vuelta duró apenas un suspiro. El actual campeón argentino Welter derrotó en el primer asalto a Lencina, que no aguantó un preciso derechazo del catamarqueño y se fue a la lona, para escuchar la cuenta del árbitro Antonio Saragoza.

Barrionuevo (35-4-2 con 25 KO) salió con todo a buscar la pelea y la humanidad de Lencina (22-4-3 con 5 KO), como queriendo demostrar rápido que lo de Estados Unidos había sido una mala noche. Y en la primera llegada a fondo acertó dos tremendos cross de izquierda que dejaron prácticamente nocaut a Lencina. En ese momento parecía que la pelea ya se terminaba, pero el rival aguantó y se quedó en pie, entonces el catamarqueño se abalanzó y fue en busca de la definición. En ese intento desesperado, y de manera peligrosa, se terminó “comiendo” un cross de Lencina que le llegó bien. Al salir de esa acción, Barrionuevo otra vez siguió decidido a terminar la pelea y en un cruce de cabezas terminó con la ceja cortada, que sembró incertidumbre en la gente. 
Ante el sangrado que presentaba Barrionuevo, el árbitro hizo subir al médico, quien revisó al púgil y lo autorizó a seguir peleando.
Entonces el pupilo de Pablo Martínez no quiso correr riesgos y, ante una nueva embestida, logró conectar con la derecha sobre la mandíbula de Lencina, que se desplomó sobre el tapiz y no se levantó más.

Fue un fulminante nocaut de Miguel Barrionuevo, que le sirve para volver a tomar confianza y seguir demostrando que el poder de sus puños está intacto.

Victoria y a esperar lo que le depare el futuro, pero en el horizonte aparecen la defensa obligatoria del título argentino Welter y la posibilidad de otra chance en el exterior.