Otra vez sin Carlos Tevez en el once titular, Boca y su arquero Esteban Andrada llegaban invictos a la Bombonera para enfrentar a Estudiantes con la idea de tomar la punta por asalto e irse en solitario.

Logró los dos objetivos: con el tempranero gol de Emanuel Reynoso, venció 1-0 al equipo de Gabriel Milito, quedó en la cima un punto por encima de San Lorenzo y Talleres y el guardavallas xeneize alcanzó 959 minutos sin que le conviertan goles. Tercera derrota al hilo del equipo platense, que mira de reojo la tabla de promedios.

De arranque, Estudiantes quiso salir a presionar a su anfitrión y hasta pretendió jugar en campo rival. Pero acaso el equipo de MIlito se confió demasiado y, en la primera llegada franca del conjunto de Gustavo Alfaro, el colombiano Villa tocó muy solo ante una defensa albirroja desarticulada y pudo contener Andújar con esfuerzo, pero en el rebote, Bebelo Reynoso desató la primera alegría de la noche.

Estudiantes acusó el impacto y buscó atacar por el andarivel que defendía el colombiano Fabra, quien por lo general se manda con confianza al ataque, aunque la falte firmeza a la hora de marcar. Y precisamente de un corner desde la izquierda el invicto de Andrada zozobró, porque Federico González se perdió el empate debajo del arco.
Así el partido se fue poniendo chato, entre los infructuosos intentos del visitante por llevar peligro en ataque y un local que, pese a estar tempranamente en ventaja, no lograba dominar el trámite, le faltaba juego asociado y perdía seguido la pelota pero contaba con el

contragolpe de Villa, que se tornaba peligroso y era casi imparable en velocidad.
De hecho, el colombiano dilapidó otra chance por derecha, pese a que Soldano se relamía por el centro del área y era buena opción de pase y, al rato, una más por izquierda aunque en este caso su remate fue defectuoso. Mientras se acercaba el descanso, el intratable Villa metió un nuevo centro venenoso y Alexis Mac Allister, de gran primera etapa, no aumentó la cuenta por poco.

El complemento volvió a mostrar a un Villa velocísimo y obsesionado con hacer su propio gol. Falto de profundidad, Estudiantes no reaccionaba y Milito movió el banco. Mientras, Boca ya se mostraba mejor y pudo aumentar con un tiro libre de Mac Allister y un par de ocasiones de los ingresados Tevez y Hurtado.

En la más clara de la visita, el chico Weigandt salvó la caída de su arco ante un envío de Retegui. Boca ganó con lo justo. No gusta pero mira a todos desde arriba. El “quiero la Libertadores” fue un cierre atronador en la Bombonera.